Burnout maternal: cuando el cansancio llega a otro nivel
¡Agotadas! Así se encuentran muchas madres en este momento y, aunque muchas personas lo consideran parte del rol materno, no debe ignorarse ni normalizarse.
Reconocer y abordar el agotamiento materno es crucial para el bienestar de la madre y su familia. En este artículo, exploraremos las señales de alerta del agotamiento materno crónico y ofreceremos recomendaciones para manejarlo según la sicóloga Marta Camacho.
Para abordar el tema lo primero es reconocer las señales de alerta.
Lo que no debe pasar por alto
Sentirse cansada todo el tiempo, incluso después de dormir bien, es una señal clara de agotamiento. Si la fatiga interfiere con su capacidad para realizar tareas diarias, es importante prestar atención a esta señal.
La irritabilidad constante, el enojo desproporcionado y los cambios de humor abruptos pueden ser indicativos de agotamiento. Estos sentimientos pueden afectar negativamente sus relaciones familiares y sociales.
Sentirse abrumada, desmotivada o desesperanzada acerca de sus responsabilidades y su vida en general puede ser una señal de agotamiento. Estos sentimientos pueden llevar a una disminución del disfrute de la maternidad.
El agotamiento puede afectar su capacidad para concentrarse y recordar cosas. Si se encuentra olvidando detalles importantes o teniendo dificultades para enfocarse en tareas simples, es un signo preocupante.
Tanto el insomnio como el exceso de sueño pueden ser indicativos de agotamiento materno. Si tiene dificultades para conciliar el sueño, despertarse durante la noche o sentirse somnolienta durante el día, estas son señales a tener en cuenta.
Sentir la necesidad de aislarse de amigos y familiares, o perder el interés en actividades sociales que antes disfrutaba, puede ser una señal de agotamiento.
“Es importante que la mamá sepa que al cuidar de sí misma, no solo se beneficiará, sino que también podrá ofrecer un mejor apoyo y cuidado a su familia. Recuerde, buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso valiente hacia una vida más equilibrada y saludable”, sicóloga Marta Camacho.
Recomendaciones
No tenga miedo de pedir ayuda. Puede ser útil hablar con familiares, amigos o un profesional de la salud mental. Participar en grupos de apoyo para madres también puede proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias y recibir consejos.
Aprenda a decir no y establezca límites claros para sus responsabilidades. No tiene que hacer todo usted misma. Delegue tareas y responsabilidades cuando sea posible.
Dedique tiempo a actividades que disfrute y que le permitan relajarse y recargarse. Ya sea leer un libro, practicar yoga o simplemente tomar un baño relajante, es importante cuidar de su bienestar emocional y físico.
Intente establecer una rutina de sueño regular y asegúrese de dormir lo suficiente. Evite el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse y cree un ambiente propicio para el descanso.
La meditación y otras prácticas de mindfulness pueden ayudar a reducir el estrés y aumentar su capacidad para manejar las demandas diarias. Considere dedicar unos minutos al día a estas prácticas.
La actividad física regular puede mejorar su estado de ánimo y aumentar su nivel de energía. No tiene que ser un ejercicio intenso; incluso una caminata diaria puede tener beneficios significativos.
Impacto en la familia
El agotamiento materno no solo afecta a la madre, sino que también tiene un impacto significativo en su familia. Las relaciones con los hijos y la pareja pueden verse gravemente afectadas.
El agotamiento puede reducir la paciencia y la capacidad de respuesta emocional de la madre, lo que puede llevar a interacciones menos positivas con sus hijos. Los niños pueden percibir el estrés y la frustración de su madre, lo que puede afectar su bienestar emocional y su comportamiento. La falta de energía y motivación puede también limitar la capacidad de la madre para participar activamente en las actividades diarias y el juego, afectando la calidad del tiempo compartido con los hijos.
Por otra parte, el estrés pueden provocar tensiones en la relación de pareja. La irritabilidad y los cambios de humor pueden llevar a conflictos y malentendidos. Además, la falta de tiempo y energía para la intimidad y la comunicación puede crear distancia emocional entre la madre y su pareja. Es crucial que ambos miembros de la pareja reconozcan el impacto del agotamiento materno y trabajen juntos para apoyarse mutuamente.
Dolor de cabeza, problemas digestivos, dolores musculares y otros síntomas físicos sin una causa médica aparente pueden ser una manifestación del agotamiento materno.