Mientras robaban ligas de fútbol también robaban el país. Es curioso como aceptamos ciertos comportamientos mientras ponemos una piña en el carro de la compra. Entre lo que ya se sabe y lo que sigue en investigaciones de la Guardia Civil , España se divide en dos grupos de personas que, en realidad, son el mismo: los que apoyan la corrupción de los árbitros y los que miran para otro lado en la corrupción de los árbitros. Sobre los primeros pesa la afición. En esa aceptación de la corrupción va implícita la capacidad de no escandalizarse, el hecho de saber que, aún cometiendo un delito continuado y jugando sucio en el más estricto significado de la palabra, no importaba pues...
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