No tenía antecedentes, pero hacía meses que le seguían la pista. Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado martes a un narcotraficante de la comarca gallega de O Salnés que lideraba un grupo criminal capaz de distribuir al mes, según los cálculos de los investigadores, unos 15 kilos de cocaína y otros 50 kilos de hachís. El golpe lo ha protagonizado el Grupo II de la de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Pontevedra, tutelado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Caldas de Reis (Pontevedra). Fueron cuatro los detenidos: el mencionado supuesto cabecilla y otros tres individuos. Previsiblemente, pasarán este jueves a disposición judicial, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). La mañana del martes, los agentes de la Udyco practicaron un total de cuatro entradas y registros en las localidades de Portas y Ribadumia (Pontevedra), pero también en el municipio lucense de Monterroso. En el operativo, decomisaron siete kilos de cocaína y 18 kilos de hachís. Además, intervinieron algo más de 140.000 euros en efectivo, tres vehículos, varios teléfonos móviles y diversa documentación que se considera de interés para la investigación. Fuentes de la investigación han explicado a ABC que el presunto líder del grupo hacía años que, supuestamente, se dedicaba al narcotráfico y que estaba en el radar policial, pero no tenía antecedentes penales. Es lo que en el argot policial se conoce como un 'mirlo blanco', no había caído nunca. Los agentes escudriñaron dos domicilios vinculados al supuesto líder, uno en el ayuntamiento de Portas y otro en Ribadumia. Fue en este segundo donde, según han explicado a este diario fuentes de la investigación, los agentes de la Policía Nacional ha encontrado la droga y también la mayor parte de los 140.000 euros en efectivo intervenidos. Los otros tres detenidos eran, supuestamente, clientes y al mismo tiempo colaboradores del principal arrestado . Son, en concreto, dos vecinos de Monterroso y un tercero de Ribadumia, aunque este último fue detenido en casa de un familiar, en la ciudad de Pontevedra. El grupo criminal, capitaneado por el supuesto cabecilla, funcionaba a modo de 'mayorista', es decir, ejercía de intermediario entre las grandes organizaciones y otras menores dedicadas al tráfico a pequeña escala y al menudeo. Tenía acceso, supuestamente, a las grandes organizaciones que transportan las sustancias estupefacientes desde los países de origen, para después encargarse de distribuirla a otros traficantes que trabajan al por menor. En este sentido, tanto la cocaína como el hachís del que se surtían seguían los canales de importación más habituales: cocaína que llegaba a la costa gallega por vía marítima, y hachís procedente de Andalucía, transportado por carretera a través de Portugal. Según fuentes de la investigación, el grupo desarticulado no movía grandes cantidades a la vez, pero sí lo hacía con asiduidad y rapidez. Además, según estas fuentes, ellos mismos distribuían tanto al por mayor –kilos– como al por menor –gramos–.