Dicen que días atrás el río Piedra vivió la mayor crecida en su historia desde que hay registros. Un paisaje de agua y naturaleza desbordante. Esa es una de las razones por las que el Parque-Jardín Histórico del Monasterio de Piedra (Nuévalos, Zaragoza) reabrirá sus puertas al público este sábado 14 de septiembre. A pesar de los daños ocasionados por este fenómeno natural sin precedentes, que ha transformado parte del entorno, los gestores del monasterio consideran que también es una oportunidad para apreciar la abrumadora fuerza de la naturaleza. El pasado 5 de septiembre, el río Piedra, que habitualmente tiene un caudal de 1 metro cúbico por segundo, registró un caudal de 31,07 m³/s, superando el anterior récord de 1997, situado en 28m³/s. La crecida generó importantes daños en varias zonas del parque, anegando áreas que imposibilitaron el acceso durante varios días. Una vez que el caudal se estabilizó y el terreno inundando absorbió el agua, se iniciaron los trabajos de recuperación en senderos, accesos, puentes, vallas y muros afectados. Algunos de los enclaves más emblemáticos del parque se han visto transformados por el agua. La cascada Caprichosa ha cambiado su aspecto y el paisaje kárstico que la rodeaba ahora es diferente. Asimismo, se ha alterado el acceso original a la Gruta Iris tras sufrir daños significativos: las vallas de protección han desaparecido y las escaleras han quedado seriamente afectadas. Sin embargo, los trabajos para restaurar el acceso ya han comenzado, y se prevé su reparación en un corto periodo de tiempo. La Gruta Iris, a donde conduce este acceso, no presenta ningún inconveniente y permanece intacta gracias a sus particularidades orográficas y a la protección brindada por la cascada Cola de Caballo. Esta avalancha de agua -opinan en el parque- revitalizará el ecosistema, ofreciendo nuevas oportunidades para observar la adaptación de la vida silvestre. Además, las reservas del acuífero natural que alimentan al río también se regenerarán, lo que garantizará un caudal constante incluso en épocas de sequía. El 16 de diciembre de 1218, un grupo de monjes cistercienses procedentes de Poblet, y una vez concluidas unas obras iniciadas en 1203, culminaron su asentamiento en lo que pasaría a denominarse Monasterio de Piedra, con la Ceremonia de Traslación, o de consagración de la Abadía . En 2018 se celebraron los 800 años de esta efeméride. Catalogado como Conjunto de Interés Cultural y Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el Monasterio de Piedra es uno de los parajes más espectaculares de Europa , siendo además galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por el Gobierno de Aragón en el año 2011. En la actualidad, alrededor de 300.000 personas visitan el Parque cada año, un entorno que engloba el Parque Natural, el Monasterio Cisterciense del Siglo XIII, los restaurantes Reyes de Aragón y Piedra Vieja, y el Hotel&Spa. Es un enclave cargado de historia: es el primer lugar de Europa donde aparece documentada la elaboración del chocolate en el año 1534. Fray Jerónimo, monje del Císter que acompañó a Hernán Cortés a México, envió el primer cacao y la receta del chocolate al abad del Monasterio de Piedra. Asimismo, las aguas del río Piedra albergaron la primera Piscifactoría de España , creada en 1867 aprovechando las bondades del río.
