Lamine Yamal afronta esta semana un nuevo reto en su meteórica carrera. Con sus inauditos 17 años, su eclosión futbolística ha vuelto a poner al
Barça, sino como favorito, sí en el mapa de los candidatos creíbles a la Champions League 2024-25, tras varias temporadas muy aciagas. El canterano prodigio de la inagotable
Masia está siendo ya, en este entusiasta equipo de
Hansi Flick que ha empezado la temporada con pleno de triunfos, “el jugador diferencial de La Liga”, como le definió el técnico del Girona
Michel Sánchez, su última víctima. En
Mónaco se iniciará el jueves (21 horas) el camino de una nueva
Champions League, nueva por formato y nueva para un
Barça que necesita que le traten de usted otra vez en Europa. Para recuperar ese estatus, citar el nombre de
Lamine es ya imprescindible. La percepción va mucho más allá de la opinión interesada de los culés y ese es el gran mérito de
Lamine.
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