La suspensión de los conciertos programados hasta abril en el Santiago Bernabéu, más allá del disgusto de perderse las actuaciones de Aitana (Ocaña no Bonmatí), sirvió para recordar que el Real Madrid no tiene licencia municipal para organizar en su estadio otro evento que no sea deportivo. Y, sin embargo, por ahí han pasado ya Taylor Swift y Karol G, que son cantantes, y en cambio Athenea del Castillo, Olga Carmona o Misa Rodríguez, que son deportistas y parte de la casa, no han podido aún jugar ahí. Curiosa paradoja que se explica en el negocio (es evidente que los ingresos que generan unas son impensables con las otras), pero también en el desprecio a la sección. Aitana por delante...
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