La histórica Bundesliga del Bayer Leverkusen de la pasada temporada, ganada sin perder ni uno solo de 34 partidos, acaparó todos los focos del fútbol alemán, pero al Santiago Bernabéu llega esta noche un equipo que también logró ser mejor que el intocable Bayern. El Stuttgart acabó subcampeón, su mejor resultado desde que en 2007 ganara su última Bundesliga. Lo hizo de la mano de Sebastian Hoeness , un entrenador que coincidió con Ancelotti en el Bayern en el año 2017, cuando Carlo dirigía al primer equipo y Hoeness era entrenador del sub-19, y de dos delanteros que anotaron 48 goles. 30 tantos anotó Serhou Guirassy, fichado en verano por el Borussia, y 18 más 9 asistencias sumó Deniz Undav, un cieneurista y gordo que hoy es la estrella y el fichaje más caro de la historia del Stuttgart. Cedido por el Brighton la pasada temporada, este curso fue comprado por el equipo alemán a cambio de 27 millones de euros, la inversión más alta del equipo germano en sus 131 años de existencia, pero para llegar a dónde ha llegado Deniz Undav hay que viajar al pasado y a unos inicios en el fútbol que no presagiaban lo que en estos momentos está viviendo. El delantero alemán, de ascendencia kurda, nació en Varel , un pequeño pueblo de la Baja Sajonia de apenas 20.000 habitantes, y creció en modestos equipos de la cuarta división alemana como el Eintracht Brunswick II y TSV Havelse , donde ya hacía goles con facilidad, pero eso no le bastaba para llevar comida a casa. Con 19 años, apenas ganaba 100 euros y tuvo que compaginar el sueño de llegar a ser un profesional del fútbol con un empleo en una fábrica en la que operaba con una máquina láser y que le obligaba a levantarse a las cuatro de la madrugada. Jornada de ocho horas que luego le conducía a entrenar a las seis de la tarde y llegar a su casa a las ocho. Así estuvo dos años: «Me gustaba tanto el fútbol que no pensaba rendirme». Así fue. Con 22 años, Undav dio el salto al SV Meppen, equipo de Tercera donde jugó hasta los 24 años, y donde seguía registrando cifras muy buenas. A esas alturas, acumulaba casi 70 goles en 160 partidos, y eso que su físico no era precisamente de abdominales 'six pack'. Undav era un delantero con un claro problema de sobrepeso, algo de lo que jamás se ha avergonzado y de lo que suele hablar sin pelos en la lengua: «Nunca había cuidado mi dieta en el Meppen y no estaba en forma. Comía bastante comida basura y no me sentía bien conmigo mismo. Así que tuve que perder peso. No tengo ningún problema en reconocer que estaba un poco demasiado gordo, hasta que me puse en manos de un nutricionista con el que logré el cambio». Con una estatura de 178 centímetros, Undav llegó a pesar casi 95 kilos y bajó hasta los 85, una transformación que llegó junto a su salto a Bélgica, donde se marchó a jugar al Royale Union Saint-Gilloise , con el que logró el ascenso en su primera temporada, la 2020-21, y justo después obró el milagro de ganar la liga regular, pero en los playoffs acabaron siendo subcampeones tras ser superados por el Brujas. Dos campañas brillantes en las que anotó 45 goles en 70 partidos, estadísticas que le condujeron a la Premier. Undav fichó en el verano de 2022 por el Brighton, que pagó seis millones de euros por su traspaso, pero nunca tuvo la continuidad ni el rendimiento que había mostrado en Alemania y Bélgica, así que el equipo inglés lo cedió la pasada temporada al Stuttgart, donde fue una de las sensaciones. Con Benzema y Lukaku como espejos, su salto a la élite en el equipo germano le trajo de regalo sus primeras internacionalidades con la selección alemana, con la que incluso estuvo en la Eurocopa del pasado verano y con la que ha vuelto a ser llamado en la ventana de septiembre, anotando un gol en el 2-2 frente a Países Bajos. Lo hizo después de tomarse su habitual lata de Red Bull que consume antes de cada partido. Dice que le da alas. Veremos si hoy no acaba chocándose contra el techo del Bernabéu. Es Deniz Undav, de cieneruista y gordo a estrella del Stuttgart.