Si pregunto a mis queridos aficionados rojiblancos cuál fue mi primer gol oficial como jugador colchonero, ¿sabríais decirme cuál fue? No sale en los recopilatorios de mis mejores jugadas. Tampoco está en la memoria colectiva de la afición. Es normal, no fue un tanto memorable. Pero en mi corazón siempre tendrá un lugar especial, al mismo nivel que mis momentos más recordados. Ocurrió el domingo 6 de septiembre de 1987 contra el
Mallorca. Mi segundo partido oficial con el club, tras el debut contra el
Sabadell. Empatamos 1-1 con el conjunto mallorquín, que se había adelantado de penalti que materializó
Pepe Bonet. Aproveché de un rechace en el minuto 59 para igualar el marcador.
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