Cuando a los tres años le preguntaron a
Sam qué quería ser de mayor lo tuvo claro: “Mejor que
Tom”. Daba igual en qué pero estaba claro que sería en algún deporte. El surf, el tae kwon-do o el fútbol australiano. Y eso que tenía suficientes hermanos y hermanas para competir. Concretamente 8 más. Los
De Koning formaron una familia numerosa cuando
Terry, profesor de educación física, trajo tres niños a la relación y la madre,
Jackie, profesora de artes escénicas en una escuela primaria, trajo cuatro.
Tom, Sam y
Zoe (la menor de la prole) fueron fruto del matrimonio conjunto.
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