Horrorizada. Así terminó anoche su cita Aquilina, una soltera de 71 años, que por más que aguantó el encuentro que le organizó 'First Dates' ( Cuatro ) en el restaurante más famoso de la tele, al final estalló y salió huyendo por la puerta para que el punto y final de la cita llegara lo antes posible, después de que saliera hastiada por las actitudes de su media naranja para la noche y, sobre todo, por sus confesiones de tipo sexual. Aquilina y Agustín, 76 años, se conocían en la recepción de ' First Dates ', en una primera toma de contacto que no salió como se esperaba, ya que la conexión entre ambos fue de cero. Pero, si los primeros minutos ya predijeron que la cita entre los dos solteros no iba a terminar bien, la cena que tuvieron en el restaurante del espacio de Cuatro confirmó que los dos solteros, a falta de una enorme sorpresa, terminarían cada uno por su lado. Y es que, entre los temas de conversación que salieron entre Aquilina y Agustín estuvo el sexo y las confesiones que hizo el hombre dejaron a la soltera estupefacta.«La cama yo la uso para dormir nada más», manifestaba el soltero ante las cámaras de ' First Dates ', que dejaba claro a la mujer que el sexo ya no le interesaba. «Lo que quiere es buscar a alguien que esté como una monja», se quejaba Aquilina a los miembros del programa de Cuatro. [Gonzalo Miró se 'planta' ante la polémica de Miss Cataluña con 'palo' a Espejo Público': «Me parece cruel»] Sin embargo, no solo la vida sexual de Agustín espantó a Aquilina, sino que llegado el momento de pagar la cena, el hombre sugirió que cada uno pagara lo suyo. «Si te duermes un poco te vacían la cartilla. No sería el primer caso ni el último», apuntaba el soltero, que con sus palabras ofendía a la soltera que salía por patas del restaurante de 'First Dates '. «¡Se te va la cita!», le espetaba una de las gemelas a Agustín que se lo tomó con calma. «¡Ya volverá!», le replicaba el hombre. No obstante, ambos se sentaron en la 'Decisión final' de ' First Dates ' para comunicar lo que todo el público del programa esperaba: que no querían volverse a ver.