Una nutrida manifestación de jubilados repudió en la puerta de la Quinta de Olivos el asado con que Milei agasajó a los 87 “héroes”, así los llamó, buena parte de los cuales modificó su voto a cambio de prebendas materiales y políticas. Gracias a semejante hazaña, quedó firme el veto que bloqueó un modesto aumento en las jubilaciones y las dejó congeladas en el nivel más bajo de la historia