Con el templo a rebosar de fieles, el arzobispo primado Francisco Cerro Chaves dio posesión como nuevo párroco de «Santa Beatriz de Silva» a Juan Muñoz García (Madrid 1983). Al mismo tiempo, también hizo lo propio con Miguel Garrigós, nombrado sacerdote adscrito a la parroquia, aunque lo compaginará con un cargo en la Conferencia Episcopal en Madrid. El nuevo párroco, que llevaba varios meses como administrador de la parroquia, fue ordenado sacerdote en 2010 y ha ejercido en Talavera y Cazalegas. También ha sido vicario parroquial de «San Juan de la Cruz» de Toledo durante los tres últimos años y en la actualidad también comparte sus tareas en el Arzobispado desde hace tres como canciller-secretario general. Al mismo tiempo se celebró el XX aniversario de la parroquia que fue creada el 16 de agosto de 2004 por el entonces cardenal de Toledo Antonio Cañizares, quien así dio respuesta al anhelo y requerimiento de un vecino del barrio que le envió una carta para que naciera la parroquia. El Ayuntamiento de Toledo, presidido por aquel entonces por José Manuel Molina , les facilitó un terreno de más de 11.000 metros cuadrados en el vial principal, Avenida del Madroño de Valparaíso. En principio los cultos se llevaron a cabo en una vivienda adosada en la Avenida del Tilo y estuvieron adscritos a las parroquias de Santa Teresa y más tarde a San Juan de la Cruz. Durante estos 20 años ha habido cuatro párrocos; en la actualidad la parroquia engloba a vecinos de La Legua, Tres Culturas, Valparaíso y Vistahermosa, alrededor de 6.500 personas. Lo último que se ha construido han sido los salones parroquiales y dos viviendas rectorales, estrenadas hace poco de un año junto a la iglesia. Además del párroco y el nuevo adscrito también forma parte de la parroquia Alejandro Perea, como vicario. «Santa Beatriz de Silva» , además de ser la última creada en la capital regional, es una de las más jóvenes por la composición de sus habitantes. El templo es modesto y funcional, aunque nació con algunas carencias. Costó 610.000 euros, de los que el Arzobispado sufragó dos partes y la otra la están pagando los fieles. La toma de posesión, como manda el ritual comenzó entregando el obispo, monseñor Cerro Chaves, las llaves del templo al nuevo párroco y bendijo cada una de las partes de la iglesia comenzando por el altar, baptisterio, además de sentarse en la cátedra parroquial. Concelebraron la eucaristía quince sacerdotes. Durante la homilía, el arzobispo dijo que «tenemos que practicar el sacramento de la reconciliación, tener una iglesia abierta a todas las sensibilidades que puedan surgir, así como acoger todo tipo de carismas». Después de la ceremonia religiosa, se pasó a los salones parroquiales para degustar un generoso ágape que habían preparado un grupo de personas de la parroquia. El arzobispo departió durante largo tiempo con las personas presentes en un ambiente de cordialidad y cercanía. También, en esta parroquia, el sábado por la noche se celebró un concierto adoración a cargo del grupo musical pop-rock católico de Toledo «Siete Días», formado por cinco personas. Hubo una presencia y respuesta excelente por parte del público, la entrada fue libre y el concierto se celebró dentro del Encuentro Nacional del Movimiento Familiar Cristiano.