El Tribunal Oral Criminal porteño Nº12 determinó que los agentes, que remataron al hombre de ocho tiros a quemarropa, no obraron en “legítima defensa” ni en “legítimo ejercicio de su deber”. Uno recibió prisión perpetua, mientras que otras dos tuvieron penas menores. Aún así, salieron libres del tribunal porque apelarán la sentencia.