Un agente de la Policía Local de Benidorm se ha convertido en el héroe de una familia al salvar in extremis a su hija pequeña cuando se asfixiaba atragantada con una golosina que no podía sacarle de la boca y le obstruía las vías respiratorias. Y no era la primera vez, porque ya se hizo famoso en la ciudad al protagonizar otra hazaña similar en la Cabalgata e Reyes Magos, en enero. «Quién diría que tres minutos antes casi deja de respirar», han relatado en sus redes sociales desde la Policía Local tras esta noticia tan satisfactoria, después de esta segunda intervención providencial del mismo miembros del cuerpo de seguridad municipal. «Esa espectacular sonrisa de nuestra nueva 'super amiga' nos da un buen 'chute' de energía para seguir haciendo lo que más nos gusta: proteger a las personas», se han felicitado en el post en Facebook. Como detalles del desenlace feliz, han añadido: «Nuestras patrullas de proximidad consiguieron extraerle una golosina con la que se estaba atragantado y no podía respirar». Y también han agradecido a los padres de la niña que les hayan dejado «compartir esta historia». De la importancia de la rapidez en este tipo de acciones por situaciones similares da una idea el que, por desgracia, en otras ocasiones el final ha sido bien distinto y las personas afectadas no han corrido la misma suerte. Y no necesariamente niños, porque se trata de un percance que le ha pasado igualmente a adultos, sin ir más lejos, este miércoles a una mujer en Valencia cuando se encontraba en un centro comercial de Aldaia .
