Mucho antes de que llegara Jesús Gil con su tribu de ladrones horteras, un cuarteto de jóvenes amigos de clase media-alta incendió de fiesta las noches de la Marbella de los años setenta. Se hacían llamar 'los Choris', y eran Luis Ortiz, Jorge Morán, Antonio Arribas y Yeyo Llagostera; tipos de una bohemia pija y 'chic' que consideraban el trabajo una detestable convención burguesa pero sabían apurar la vida como una juerga eterna. Se lo bebieron todo, se lo metieron todo, se lo ligaron todo –Linda Christian, su hija Taryn, Lolita, Carmina Ordóñez, Sandra Gamazo y un largo etcétera– y se fundieron varias veces las respectivas herencias paternas. Ortiz, hijo de un censor franquista apodado 'el Tijeras', se casó con...
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