Bosnia-Herzegovina 1:2 Alemania: Los Teutones y una victoria con sabor suabo
Alemania venció a Bosnia-Herzegovina en la tercera jornada del Grupo A3 de la Nations League.
Después de empatar con Países Bajos, Alemania afrontaba una dura visita a Bosnia-Herzegovina. En ese marco, Julian Nagelsmann metió mano en el equipo y dio lugar a dos grandes novedades. Por un lado, Alexander Nübel debutó bajo los tres palos. Mientras que Tim Kleindienst hizo lo propio en la delantera.
Los primeros 15 minutos se jugaron bajo las reglas de los bosnios. Un partido cortado, trabado y demasiado friccionado en la mitad de la cancha. De esa manera incomodaron a los teutones desde la presión y las disputas de las segundas pelotas. Aún así no llegaron con peligro real al arco de Nübel.
De a poco, la Mannschaft se acomodó y empezó a estar más lúcido con la pelota. A pesar de que le costó romper el muro balcánico lo consiguió en la media hora de juego. Una jugada construida por dos hombres del Leverkusen y finalizada por otro del Stuttgart fue suficiente para romper el cero. Luego de un envío largo de Robert Andrich a la espalda de la defensa, Florian Wirtz atacó el espacio con una diagonal y rebotó hacia atrás para la llegada de Deniz Undav.
Seis minutos después, los de Nagelsmann pusieron tierra de por medio. Undav se filtró entre los dos centrales bosnios, cambió la trayectoria del centro de Mittelstadt y puso las cosas 0:2.
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Tras el paso por los vestuarios, los locales, urgidos de dar un paso adelante, adelantaron sus líneas en busca del descuento. Mientras que Alemania esperó más agazapado y apostó por aprovechar los espacios que dejara su rival. Así es como inquietó con facilidad, pero convirtió dos goles en fuera de juego. Primero de Kleindienst y después de Gnabry.
A los 25 del complemento, el equipo de Sergej Barbarez llegó al descuento desde la pelota parada. Tras un centro envenenado de Tahirovic, el histórico Edin Dzeko le ganó el duelo a Kimmich y conectó de cabeza para alejarla del alcance de Nübel. Un gol que significó un envión anímico para plantarse en campo contrario. Saric presionó a Stiller, recuperó la pelota, pero su remate salió muy desviado. A base de mucho empuje, Bosnia cargó contra el área alemana, pero sin éxito.