En una noche en la que se tomó un necesario descanso,
LeBron James se desgañitó en su papel de padre y mentor de
Bronny James en la victoria de los Lakers contra los Phoenix Suns de Kevin Durant y Devin Booker (122-128). Sin embargo, fue otro rookie, el otro jugador drafteado por los de púrpura y oro, el protagonista.
Dalton Knecht le pasó literalmente la mano por la cara al hijo de
The King. Seguir leyendo...