Algo estremecedor pasó en Madrid, cuando se cerró la fábrica de cervezas Mahou del Paseo Imperial y cuando, años más tarde, se demolió el estadio Vicente Calderón. Luis Pérez Calvo lo describe como un «Apocalipsis en el Manzanares». Por detrás del Puente de Toledo dibuja un panorama ciertamente apocalíptico, en el que surgen unos brazos de pulpo gigantescos que parecen destruir la ciudad, organizando una enorme montonera de escombros y de ruinas. Por debajo, un delgado riachuelo discurre entre obras, vallas publicitarias y chabolas. Pérez Calvo es un dibujante compulsivo. Recorre con sus cuadernos la ciudad, visita las exposiciones del Museo del Prado, asiste a los conciertos de los grandes grupos de rock, bebe cerveza en los bares con sus...
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