«La gente quiere que se cuide más el patrimonio cultural de los cementerios»
Hoy es el día «oficial» de los difuntos pero ni mucho menos el único en el que nos acordamos de ellos. Aunque es verdad que en estas fechas es cuando vemos los cementerios más limpios y floridos que nunca, la gente cada vez más quiere «personalizar» los homenajes y alejarse de los convencionalismos. Lo sabe bien María Dolores Asensi, Presidenta del Observatorio de Servicios Funerarios, que hace poco encargó un estudio a Sigma Dos con el interés de conocer qué les haría el proceso más llevadero y qué echan en falta aquellos que se enfrentan a la despedida de un familiar; es decir, todos en algún momento de nuestra vida.
¿Cada vez se va menos a los cementerios un día como hoy?
No solo la gente quiere seguir yendo sino que quiere que se invierta más en ellos. Eso lo constatamos gracias al estudio encargado a Sigma Dos, que nos dio esa lección: el 82,9% de los encuestados creía necesario invertir más dinero para la conservación de cementerios con valor histórico y artístico. Tenemos un patrimonio cultural impresionante y, en algunos sitios, sería conveniente una mayor inversión de los recursos públicos para que no se estropee. Quizás ya no se ve tanto a las señoras limpiando las lápidas como ocurría antiguamente, pero la gente sí le sigue dando mucha importancia al mantenimiento de estos espacios.
¿Crees que la relación con la muerte es todavía algo «tabú» en las sociedades occidentales?
Bueno yo confío mucho en las nuevas generaciones y si hay algo que no se pierde es el cariño a los seres queridos. Es verdad que antes las despedidas se hacían en el domicilio (aún sigue ocurriendo en algunos entornos rurales) y ayudaba a «naturalizar» porque desde pequeños lo veían. En algunos sitios ponían comida, se lloraba, se reía... Quizás como ahora pero es cierto que, al morir cada vez más en hospitales o residencias el velatorio ya no se hace en las casas y de ahí surgen los tanatorios pero el espíritu sigue siendo el mismo.
¿Y qué ha cambiado en los últimos años?
Pues como en los tanatorios quizás se perdía un poco esa calidez que tenían los hogares, la gente cada vez más demanda despedidas personalizdas. Este estudio, que encargamos desde el Observatorio de Servicios Funerarios, nos exponía que el 83,8% de los encuestados aboga por adaptar los velatorios a los gustos y referencias de la persona fallecida: una sala más individualizada; es decir, volver un poco a lo de antes. Te piden , en definitiva, que pongas en ese espacio un poco su casa, con la música que le gustaba al fallecidos, vídeos o incluso organizar una cena conmemorativa en honor a la persona que se ha ido. Ha cambiado eso: que quieren volver a esa calidez, la gente pide un homenaje, una celebración.
Las nuevas tecnologías tienen mucho que ver en esto, ¿verdad?
Claro, porque los servicios funerarios también se han ido adaptando a ellas. Se reclama mucho, por ejemplo, algo que ya ocurre en muchos sitios: retransmitir por streaming la despedida para todos los que estén fuera y no hayan podido ir al entierro. Pasa mucho en zonas costeras donde han venido muchos jubilados europeos a vivir: al retransmitir en streaming puede conectarse mucha gente de su país. Y es que es la tecnología también acerca mucho.
Es lo que habéis bautizado como «digitalización» de las despedidas.
Eso es. Es un momento complicado para las familias y agradecen mucho las muestras de cariño. Hay empresas que ya organizan la comunicación y envían por WhatsApp los datos de la ceremonia para el que quiera asistir, crean una página donde la gente puede dejara sus mensajes de condolencia y se retransmiten en una pantalla mientras ponen esa música favorita de la persona que se ha ido... Al final todo ese acompañamiento que se puede hacer llegar a los familiares gracias a esta «digitalización» lo agradecen mucho.
Siguiendo la línea tecnológica, también se encargan del borrado de «huella digital» del fallecido. ¿En qué consiste esto?
Además de todos los trámites que ya se ofrecen, como trámites de testamento y otros más burocráticos, las familias ya empiezan a reclamar que alguien se encargue de realizar las gestiones necesarias para eliminar de internet la «huella digital» de la persona que se ha ido. Desde encargarse de sus redes sociales hasta algunos datos personales o cualquier foto que pueda figurar en algunas web y que a la familia ya no le apetece que eso esté ahí. Son trámites jurídicos en muchos casos y muy farragosos como para que algún allegado se encargue en ese momento.
Un 59,3% quiere que «opciones más sostenibles». ¿Qué quiere decir esto?
Es un dato que nos llamó mucho la atención. Quiere decir que las empresas del sector sean más respetuosas con el medio ambiente. Por ejemplo, que los coches fúnebres puedan ser eléctricos, que haya placas solares en los tanatorios, que las urnas sean biodegradables (ya las hay de sal), eliminar los barnices de los ataúdes o conocer la procedencia de su madera. Cada vez importa más esto.