Las goteras e inundaciones que la Biblioteca Nacional de España (BNE) lleva sufriendo desde hace meses, e incluso años, son solo la punta del iceberg. El desastre podría haber sido peor. Un informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas advierte de que las dos sedes de la BNE, la señera de Recoletos y la de Alcalá de Henares, cuentan con equipos e instalaciones con «una importante antigüedad y obsolescencia, derivándose de ello elevados riesgos en relación con incidentes ocasionados por fugas de agua, goteras e incendios». La principal biblioteca del país, que custodia una colección de 35 millones de documentos, no solo lleva años en «grave riesgo» ante posibles lluvias copiosas , como se refleja en un informe de la...
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