P
au Cubarsí no se inmuta. Ya le puedes poner delante a
Harry Kane, a
Mbappé, o a
Vinicius, que este central de 17 años sigue jugando con una tranquilidad pasmosa. La madurez con la que afronta el fútbol de élite es impropia para su edad. Es una de sus mejores virtudes. Tiene otras tantas, pero la serenidad que transmite jugando al límite del fuero de juego o filtrando pases imposibles es impresionante. Solo lleva 38 partidos oficiales con el primer equipo del Barça, pero ahora mismo es uno de los intocables de
Hansi Flick y forma una pareja perfecta (e inimaginable hace unos meses) con
Íñigo Martínez.
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