Banderas a media asta, crespones negros y un luto que se lleva por dentro, en las miradas, en los rostros sobrecogidos al ver las imágenes del poder destructor de la naturaleza y la «tragedia» que ha dejado tras de sí. El shock provocado por una DANA cuyos efectos todavía no se han podido cuantificar y ni siquiera tener cifras cerradas de unos fallecidos que ya superan el centenar y todavía sin cerrarse los desparecidos, lo que sí se vio claramente fueron las muestras de dolor y solidaridad con las zonas afectadas. Miradas especialmente dirigidas hacia la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, las más dañadas por unas devastadoras lluvias que también han hecho estragos en Andalucía y Aragón. Y desde Castilla...
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