No descubrimos nada si decimos que
Van Dijk, 33 años, es uno de los mejores centrales de la última década. Con Su llegada al
Liverpool en la 17-18 procedente del
Southampton a cambio de casi 85 millones de euros, los de
Anfield, liderados por don Jürgen Klopp en el banquillo se convirtieron en uno de los mejores equipos del mundo. Posiblemente durante un tiempo en el mejor. El central neerlandés tenía gran culpa de ello, ya que por su zona no pasaba ni el aire. Era un muro. A campo abierto o en espacios reducidos, Van Dijk imponía su ley. La del más fuerte.
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