Conmocionada por la pérdida de vidas humanas, las espantosas imágenes y los durísimos testimonios de los afectados por esta tremenda DANA, escribo hoy este artículo. Más de doscientos fallecidos (en este momento), destrozos incalculables, experiencias aterradoras… ¡Qué horror y cuánto dolor! No se me va de la cabeza ese vídeo de personas de la tercera edad, muchas de ellas en silla de ruedas y con el agua por la cintura y sus cuidadores intentando subirlos a la primera planta de la residencia… O alguno de los rescates con una simple escalera de mano y una cuerda para sacar a un enfermo de una ambulancia… Es que todo parecía una película, no daba crédito a que eso estaba pasando aquí al lado…
