¿Por qué en Estados Unidos se puede ganar la presidencia sin tener la mayoría de los votos?
Washington. El sistema electoral de Estados Unidos es famoso por sus particularidades, especialmente por el papel crucial del Colegio Electoral. Este sistema, que permitió a Donald Trump ganar en 2016 con tres millones de votos menos que Hillary Clinton y a George W. Bush triunfar en 2000 con menos votos populares que Al Gore, sigue generando polémicas y confusiones en cada elección presidencial. A continuación, se presentan algunas claves que ayudan a entender su funcionamiento, especialmente en vísperas de unas elecciones muy reñidas entre Donald Trump y Kamala Harris.
Origen del sistema: ¿Por qué existe el Colegio Electoral?
El sistema de Colegio Electoral se estableció con la Constitución de 1787. Los llamados “padres fundadores” buscaban un equilibrio entre elegir al presidente por votación popular directa y dejar esa elección en manos del Congreso, lo cual se consideraba menos democrático. Así nació este sistema de sufragio indirecto, en el que los ciudadanos votan por electores comprometidos a respaldar al candidato que gane en cada estado.
Aunque a lo largo de la historia se han presentado propuestas para cambiar o eliminar el Colegio Electoral, ninguna ha logrado los votos necesarios en el Congreso para prosperar.
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¿Quiénes son los electores del Colegio Electoral?
El Colegio Electoral está compuesto por 538 electores o compromisarios, cuyo número varía en cada estado según su representación en el Congreso. Cada estado tiene tantos electores como miembros en la Cámara de Representantes (que se determina por población) más dos senadores. Así, California cuenta con 54 electores y Texas con 40, mientras que Vermont, Alaska, Wyoming y Delaware tienen solo tres cada uno.
A excepción de Maine y Nebraska, que asignan sus electores de forma proporcional, la mayoría de los estados otorgan todos sus votos al candidato más votado en su territorio, en un sistema conocido como “el ganador se lo lleva todo”.
Las controversias: Votos populares y elecciones disputadas
La elección de 2016 es uno de los ejemplos recientes más claros de cómo un candidato puede ganar la presidencia sin obtener la mayoría del voto popular. Donald Trump obtuvo 306 votos electorales frente a Hillary Clinton, quien superó a Trump en el voto popular. Sin embargo, millones de ciudadanos pidieron a los electores que bloquearan la elección de Trump; solo dos electores de Texas desafiaron el mandato popular, reduciendo los votos de Trump a 304.
Esta no fue la primera vez que algo así sucedió: cinco presidentes han llegado a la Casa Blanca tras perder el voto popular, incluido George W. Bush en el 2000, cuando ganó en el Colegio Electoral con 271 votos tras una reñida disputa en Florida.
¿Es solo una formalidad?
Aunque la mayoría de los electores votan según el resultado de sus estados, la Constitución no los obliga a hacerlo. Algunos estados imponen sanciones a los electores que desafían la voluntad popular, y en 2020, la Corte Suprema determinó que los estados pueden penalizar a los “electores desleales”. Sin embargo, en la práctica, los electores tienen cierto margen de libertad y, en algunas elecciones, votaron en contra del mandato popular, aunque esto rara vez altera el resultado final.
Fechas clave: ¿Cuándo se elige al presidente oficialmente?
Los electores se reunirán en sus respectivos estados el 17 de diciembre para emitir sus votos, como estipula la ley: el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre. Posteriormente, el Congreso hará el anuncio formal del ganador el 6 de enero de 2025, aunque el resultado suele ser conocido mucho antes.
Este complejo sistema sigue siendo objeto de debate y cuestionamiento, especialmente en elecciones cerradas. A medida que se acercan las elecciones, el Colegio Electoral vuelve a tomar protagonismo en un proceso que, pese a sus peculiaridades y críticas, continúa siendo la norma para elegir al presidente de Estados Unidos.