La comisión de investigación promovida por el Grupo parlamentario nacionalista para esclarecer los contratos de la Xunta con empresas como Eulen, los realizados durante la pandemia y el presunto sobrecoste de 470 millones del Hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo, propició un tenso enfrentamiento en la Cámara entre los diputados del Bloque y los Populares. Fueron las palabras de la portavoz nacionalista en la sesión de control, Ana Pontón, que acusó a los populares de intentar «boicotear» la comisión negándose a negociar el plan de trabajo, las que dieron pie al choque de opiniones. En cambio, el portavoz popular, Alberto Pazos, afeó a la formación nacionalista «mentir» sobre el proceso, y tratar de dilatarlo a puerta cerrada mientras que de cara al público, criticó, piden celeridad. La pregunta registrada por el Bloque Nacionalista Galego, pese a versar sobre las medidas planteadas por la Xunta para abordar con eficacia los problemas de la sanidad pública, estuvo sobre todo enfocada en la comisión de investigación. Así, tras hablar sobre las listas de espera, con más de 350.000 personas pendientes, o de las 212.000 que están esperando por una primera consulta, la portavoz nacionalista enfocó sus criticas en el área de Vigo y volvió a reiterar que son ese presunto sobrecoste «inexplicable», se podría ayudar a la sanidad en vez de «engordar los beneficios que tienen las constructoras y los fondos buitre». «Por eso pedimos que se investigue», aseveró Pontón, quien insistió en que si el Grupo Popular «tuviese la consciencia tranquila, no estaría intentando boicotear esa Comisión». «Quiero denunciar que su portavoz ya nos trasladó que no van a negociar el plan de trabajo de la comisión, algo que no pasó nunca en este Parlamento», aseguró Pontón, que instó al presidente, Alfonso Rueda, a rectificar doblemente: «rectifique la negociación del plan de trabajo [...] porque este Parlamento no es su finca particular» y «rectifique el rescate del Hospital de Vigo, porque lo que nadie entiende es por qué tiene cientos de millones para rescatar concesionarias pero no tiene ni un solo euro para rescatar la salud de los gallegos». «Deje de ser un problema» para la sanidad, zanjó en su turno la líder del partido. Declaraciones por las que el presidente, Alfonso Rueda, aseveró que el «motivo» de la pregunta de los nacionalistas no fue otro que «usar la sanidad para volver a darle vida a esa comisión de investigación» que se va «desvaneciendo». Y contradijo las acusaciones del Bloque, asegurando que dicho plan está todavía en proceso de negociación. Fue al final de la sesión de control el portavoz de grupo popular, Alberto Pazos, el que tomó la palabra al amparo del artículo 76.1 del reglamento de la Cámara, que dispone que «cuando, a juicio de la Presidencia, en el desarrollo de los debates se hiciesen alusiones que impliquen juicios de valor o inexactitudes sobre la persona o conducta de un diputado, se concederá al aludido, si así lo solicitase, el uso de la palabra, por un tiempo de tres minutos, para que conteste a las alusiones realizadas«. «La señora Pontón me acuso en el primer turno de su intervención de que nos negábamos a negociar el plan de trabajo», una afirmación, aseveró Pazos, que «solo se puede entender» desde dos realidades: «O miente la señora Pontón, o le mienten a la señora Pontón», esperando, añadió, que sea la segunda opción. Fue él, indicó, el que se dirigió a Luis Bará, persona designada para pedir que se aclarasen cuales eran los planteamientos de los nacionalistas para «intentar llegar a un acuerdo». «Y lo único que se me dijo es que se quería retrasar el debate del plan de trabajo», porque «los gallegos tienen que saber que ustedes piden celeridad públicamente pero después están retrasando todos y cada uno de los trámites de la Comisión», indicó, cuestionando si debería entender las declaraciones hechas por Pontón como una respuesta definitiva del BNG. «Mucho me temo que sí, porque lo que tenemos claro cada día los miembros de este grupo, y creo que cada vez más gallegos, es que ustedes en esta Comisión no tienen ningún interés, porque hace mucho tiempo que tienen escritas las conclusiones, independientemente de lo que digan los comparecientes, la documentación y la realidad que ustedes se niegan a admitir. Por favor, lo mínimo que le pido es que deje de mentirle a los gallegos, y menos en sede parlamentaria», concluyó el popular. Quien no pudo tomar la palabra en la Cámara para responder fue el Grupo del BNG, que a la salida del hemiciclo dio declaraciones ante los medios defender su posición al respecto de este rifirrafe político. Según aseguró el diputado Luis Bará, como representante del BNG «se dirigió al portavoz popular para proponerle hablar sobre el plan de trabajo» el martes pasado, cuando «quedaron en volver a hablar» los días siguientes. Tras una llamada realizada por el portavoz popular el jueves, que el nacionalista no pudo contestar, y después de que le «diese a entender que el Partido Popular no tenía mucha intención de llegar a un acuerdo», su formación se encontró el lunes con la convocatoria para el martes de la mesa de la comisión con la propuesta de plan de trabajo como orden del día. Un hecho que para el Bloque «prueba» que no quieren negociar. La mesa «no se pudo celebrar porque no se cumplieran los plazos pertinentes para la convocatoria, de 48 horas», indicó, y la convocaron de nuevo para el jueves. «Al mismo tiempo el PP presenta un escrito para tramitar por urgencia la convocatoria de una reunión de la comisión de investigación que suponemos que quieren hacer este viernes, algo que también es llamativo», aseveró, entendiendo que «el PP deja claro que no tiene ninguna voluntad de hablar, perdiendo todos estos días para poder hacerlo» Mientras, formación «sigue insistiendo» porque «el BNG quiere que esta comisión sea útil y que se recojan las allegas que hicieron todos los grupos -una práctica que siempre si hizo, según indicó, en las comisiones parlamentarias de estudio e investigación-. Todo ello, indicó, pone de manifiesto la »Incomodidad« del PP con el contenido y ola forma de esta comisión, y su intención »de vetar las comparecencias2«.