Más del 40% de la población activa será mayor de 50 años en 2030. Así lo asegura la Fundación Adecco en una investigación acerca de las nuevas tendencias y retos que enfrentan las empresas para el mercado laboral del futuro. En su informe 'El mercado laboral de la próxima década: ¿estamos preparados para un entorno envejecido, eminentemente digitalizado y más diverso que nunca?' se insta a las empresas a reflexionar acerca de los elementos en torno a los que girará el mercado en los próximos años: la diversidad, el envejecimiento de la población, el auge de la Inteligencia Artificial o la inclusión de personas con discapacidad y de mujeres en situación de vulnerabilidad. Según Francisco Mesonero , director general de la Fundación Adecco , los próximos 25 años «serán radicalmente distintos a los anteriores» y las empresas deben adaptarse con agilidad a una sociedad que experimenta cambios a ritmos «vertiginosos». En relación a la diversidad, Adecco estima que se convertirá en un factor clave en el mercado laboral. Esto se debe a fenómenos como la globalización, la movilidad internacional o los procesos migratorios, que han favorecido un escenario social más diverso que se traslada al mercado laboral. A través de la diversidad, plantea la fundación, las empresas enfrentan el reto de construir culturas corporativas heterogéneas, que integren y comprendan mejor las necesidades de cada persona. Respecto del envejecimiento de la población, se estima que continúe avanzando en los próximos años, para finalmente alcanzar su cénit en 2050, coincidiendo con el final de la vida de la generación baby boom . Atendiendo a los datos concretos, el índice de envejecimiento actual es del 137% (137 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16). Este valor irá subiendo progresivamente, según las estimaciones de la fundación, hasta llegar al 305% en 2050. En otras palabras, en dicho año la población mayor de 65 años triplicará a la menor de 16. Las empresas tienen ahora la oportunidad de capitalizar el valor de los trabajadores más veteranos , que pueden aportar experiencia y conocimientos para alcanzar objetivos organizacionales. A su vez, la longevidad del consumidor también se toma en consideración, instando a las empresas a enfocarse en las necesidades y preferencias de una población longeva, pero al mismo tiempo más activa que nunca. Otro de los retos que enfrentan las empresas con relación al envejecimiento de la población es el de erradicar el edadismo en los procesos de selección. De este modo, el aumento de la edad de jubilación debe ir acompañado por un determinado compromiso de las empresas: el de tomar en consideración a los trabajadores veteranos. Por otro lado, la organización pone su foco sobre el vertiginoso auge de la inteligencia artificial. Adecco asume que la IA se ha convertido en una herramienta extremadamente útil en el entorno laboral, impulsando una revolución sin precedentes y alterando el modus operandi de las empresas. A través de la utilización de esta herramienta, surge la oportunidad de reducir costes, mejorar la eficiencia y aumentar la precisión en la toma de decisiones. Sin embargo, Adecco plantea también un riesgo inherente al vertiginoso avance de la IA: no dejar a nadie atrás. Es vital para las empresas, en esta era de digitalización, que todos sus empleados reciban formación en las tecnologías más novedosas. Esta advertencia se plantea para reducir el riesgo de una brecha digital, y los empleados más veteranos sean incapaces de aprovechar las herramientas a su disposición por falta de formación. Por último, la Fundación Adecco pone el foco sobre la transformación de la sociedad hacia un modelo más inclusivo, donde la igualdad de género y la inclusión de personas con discapacidad son objetivos prioritarios. Las empresas tienen la oportunidad de aprovechar la apuesta por la mujer y las personas con discapacidad, empleándolas como motor de innovación y competitividad en la plantilla. En cuanto a los avances recientes que se han producido en materia de inclusión, destaca la evolución técnica que han experimentado las empresas en relación a su visión de las personas con discapacidad. Existe un mayor conocimiento de sus realidades, y por ello se logra desarrollar estrategias adaptadas a cada persona. Este proceso favorece la normalización de las personas con discapacidad dentro de la plantilla, favoreciendo su rendimiento y su integración en el mundo laboral.
