Libre comercio eon EE.UU.: advierten que el efecto no sería positivo para todos los sectores
El presidente Javier Milei aseguró que quiere avanzar en un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Sin embargo, surgen dudas sobre su efecto en la economía local y su viabilidad.
"Podemos avanzar en mayores acuerdos comerciales con Estados Unidos, de la misma manera que estamos avanzando muy fuertemente con China", dijo ayer el presidente, que luego fue cuestionado sobre si buscaba un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, a lo que respondió: "Si, me leyó perfecto".
EE.UU. es el cuarto socio comercial de Argentina, pero la balanza comercial es deficitaria. El presidente electo Donald Trump dijo que subiría los aranceles a productos e insumos importados.
Efecto en los sectores
Entre los sectores que se beneficiarían, Marcelo Elizondo, secretario de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y especialista en comercio exterior, señaló que están energía, petróleo, minerales, alimentos manufacturados, pero no las agroexportaciones "ya que competimos con ellos", y destacó: "Hoy EE.UU. es el principal destino de las exportaciones de servicios argentinas".
La balanza de servicios, sin embargo, se ve tensionada. El socio de la consultora Quipu y exsubsecretario de Comercio Exterior, Federico Lavopa, explicó que las exportaciones de ese país a Argentina son mayores en concepto de servicios que en bienes.
El exfuncionario agregó que es un socio comercial clave para las economías regionales. "El 32% de las exportaciones de vino van a EE.UU.; el 16% de los camarones; el 62% de la miel; el 94% de la madera; y el 33% de los jugos y esencias de limón".
Es, además, el principal destino de las exportaciones de 8 provincias: Salta, Tucumán, Formosa, Corrientes, Misiones, Río Negro, Chubut y Santa Cruz. "Un TLC implicaría una mejora en el acceso de sus productos al principal mercado global", analizó el exfuncionario.
Sobre las importaciones, Elizondo destacó que va a haber sectores que se beneficien más, "en especial porque muchos vienen con inversiones", pero agregó que habrá perjudicados: "Algunos a los que la economía les demanda que se modernice, como el textil, metalmecánica, línea blanca, deberán actualizarse en escala, calidad o costo".
El especialista agregó que lo más probable es que Argentina se vea beneficiada por la alianza ya que puede ganar más mercado que el que Estados Unidos puede conseguir, y explicó: "EE.UU. no es China en términos de costos, no van a venir productos subsidiados con los que sea imposible competir".
Argentina hoy mantiene aranceles promedio a las exportaciones de EE.UU., en especial en maquinaria y equipo, plásticos, cauchos, autos y químicos, en torno al 13,3%, mientras que ese país grava nuestra canasta exportadora en un 3,3%. "Es de esperarse un mayor impacto sobre las exportaciones estadounidenses a Argentina que a la inversa", sumó Lavopa.
"El principal efecto que podría esperarse es que Argentina deje de comprar varios de estos productos a Brasil y pase esa demanda a EE.UU. Esto implica abaratar los precios de estos productos en el país, y un aumento de competitividad tras los menores precios de los bienes de capital, y una menor dependencia de Brasil", agregó Lavopa.
Existe también un segmento de productos pendientes de aprobación para ingresar en ese mercado: Fernando Landa, presidente de la Cámara de Exportadores (CERA) explicó que resta definir qué pasará con los cítricos dulces, el litio que se encontraba limitado por el Inflation Reduction Act, así como de los productos que tienen derechos compensatorios o acciones antidumping, como la miel y tuberías.
Inversiones
Lavopa explicó que EE.UU. dejó de invertir hace tiempo en la Argentina. "El stock de capital es prácticamente el mismo que en los 90s, mientras que más que se duplicó en Brasil y en Chile".
"Teniendo en cuenta el historial de Argentina de ‘cambiar las reglas de juego' de un día para otro (con la imposición de licencias de importación, acceso a las divisas, etc), un TLC con Estados Unidos reduciría la imprevisibilidad que genera la "sombra" de que el país regrese a estas políticas, alentando la entrada de inversiones, a niveles más cercanos a los que gozan países vecinos, como los miembros de la Alianza del Pacífico", agregó.
La política
Una de las instancias que se deben atravesar son, según Elizondo, la estabilización, tener un tipo de cambio controlado y continuar con las desregulaciones en simultáneo que se avanza en un acuerdo.
Julieta Zelicovich, investigadora de Política Productiva en Fundar, consideró que es difícil que el Congreso de EE.UU. acepte un TLC ya que hay un consenso político de dejar atrás instrumentos más "globalistas". "No firman un TLC desde 2012 y asumieron una postura más proteccionista".
Sobre este aspecto, Elizondo sumó que, si bien no se conoce la postura de EE.UU. sobre un TLC, que Milei lo haya dicho después de haber hablado con Trump puede ser interpretado como que existe una ventana de oportunidad.
Mercosur
Uno de los obstáculos que enfrentaría Argentina es el del bloque común. El Mercosur prohíbe los TLC de sus socios de manera unilateral. Una postura similar habían asumido cuando Uruguay quiso negociar un TLC con China.
Mientras que Ponce sostuvo que la restricción del Mercosur es un obstáculo difícil de superar, Elizondo es más optimista y consideró que "el bloque va a discutir, Brasil se puede quedar solo y puede que se corrija esa prohibición, sobre todo de cara a la asunción de Argentina de la presidencia del bloque".
Consultado por esto, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que "no debería haber ningún inconveniente" y que no veía la posibilidad de que se cuestione la decisión por los otros países.
Guerra comercial y proteccionismo
Otra dimensión es la configuración geopolítica. Elizondo planteó dos posibles escenarios que pueden influir en si se constituye o no un TLC. Puede que EE.UU. efectivamente profundice su proteccionismo y no se concrete, o puede ocurrir que escale la tensión comercial con China y quiere recuperar a sus proveedores en la región y recuperar también su rol de proveedor y reemplazar a China en esa materia.
Ponce sobre este punto sumó que el Gabinete en el área de comercio está en manos de personas que, en su momento, participaron del agravamiento del vínculo entre EE.UU. y China, y agregó que la reacción de México es una señal sobre cuál será la orientación, ya que son los principales proveedores de ese país.