Así es como puede ahorrar hasta 2.000 euros al año
Los gastos superfluos son el lastre de los hogares españoles, que cada año malgastan miles de millones de euros al no tener hábitos de consumo responsable. Hoy en día existen diversas formas de ahorrar sin renunciar a la calidad de vida, sobre todo porque son las pequeñas acciones las que acaban repercutiendo negativamente en nuestra economía personal.
El problema empieza con el desperdicio alimentario. En nuestro país, cada español tira a la basura unos 250 euros al año en comida, según datos ofrecidos por la plataforma de ahorro Raisin, una cifra que asciende a 12.069 millones de euros desperdiciados si se calcula a nivel nacional. Poner solución a este despilfarro es tan fácil como planificar las comidas y aprovechar las sobras para recetas de aprovechamiento, una simple acción que nuestro bolsillo nos agradecerá.
Además del gasto económico que supone, tirar comida también afecta negativamente a nuestro planeta, pues el desecho de alimentos genera entre un 8% y un 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. A este despilfarro se suma el gasto en agua embotellada, que en España fue de 14 euros por persona (cifra baja pero que se eleva hasta los 684 millones a nivel nacional) a pesar de que el 99,5% del agua del grifo es apta para el consumo en nuestro país. Invertir en una jarra con filtro para purificar el agua del grifo puede ser la solución para los más reticentes.
El temido “consumo fantasma”
Dejar electrodomésticos enchufados cuando no se están usando (como el cargador del móvil) puede suponer un gasto extra de más de 100 euros anuales para una familia española y unos 44 euros al año por persona, aunque esta cifra puede variar en función tanto de la antigüedad como de la eficiencia del aparato (neveras, lavadoras, etc.), y puede reducirse simplemente desconectando los dispositivos cuando no se usen.
Los gastos más innecesarios de esta lista son sin duda el tabaco y el alcohol, gasto que puede ascender hasta los 420 euros anuales de media, un desembolso que se eleva hasta los 20.483 millones de euros al año a nivel nacional, según Raisin.
En el caso del alcohol, el gasto se sitúa en unos 200 euros anuales de media en bebidas alcohólicas, un gasto considerable a pesar de que el consumo ha disminuido en los últimos años. Renunciar a estos caprichos insalubres puede mejorar tanto nuestra salud financiera como nuestro estado físico.
Cancelar suscripciones solapadas
La popularidad de los servicios de streaming también ha tocado nuestro bolsillo, concretamente el del 83,1% de españoles que tiene acceso a contenido audiovisual de pago. De media, cada ciudadano gasta unos 456 euros al año en servicios de streaming, unos 39 euros mensuales. En múltiples ocasiones los contenidos que ofrecen estos servicios se solapan, es decir, ofrecen las mismas series y películas, por lo que muchos pagan el doble por ver lo mismo, así que una opción lógica para el ahorro sería cancelar las suscripciones que se usen con menos frecuencia.
Lo mismo ocurre con el gimnasio, un gasto de entre 15 y 30 euros mensuales que muchas veces no se aprovecha, pues el 15% de los ciudadanos admite que paga pero nunca asiste, por lo que podrían decantarse por opciones gratuitas como hacer ejercicio en casa o al aire libre.
Perder dinero que no genera interés
Por culpa de la inflación, muchos hogares españoles han perdido poder adquisitivo casi sin quererlo, pues el dinero que tienen ahorrado no les genera ningún rendimiento. Una cuenta de ahorro con, por ejemplo, 10.000 euros no vale siempre lo mismo, sino que su valor va cambiando con el tiempo, debido principalmente a la ya mencionada inflación y al coste de oportunidad de no invertirlo. Esto se traduce en unas pérdidas de 356 euros por persona al año, unos 890 euros por hogar, una cifra que podría recuperarse si se invierte en cuentas de ahorro.