¿Es eso «atención al cliente»?
El pasado 15 de octubre y desde la ciudad de Holguín, Sergio Enrique Rodríguez Iglesias reveló aquí los tropiezos e irregularidades que había sufrido con la Empresa Eléctrica de su provincia, desde que en octubre de 2022 solicitó el servicio de 220 voltios en la Unidad Empresarial de Base de ese municipio.
Entonces, el funcionario de Atención a la Población que lo recibió le dijo que se podía demorar su petición, bajo los efectos aún de la pandemia de COVID-19, pues no estaban entrando metros contadores de 220.
Él esperó consecuentemente. Y un día aprovechó que un representante de la Empresa Eléctrica visitó su centro laboral y le preguntó sobre los contadores de 220. Y aquel le sugirió que fuera a la UEB donde hizo la solicitud, pues estaban entrando contadores e iban saliendo del atraso de años anteriores.
El 23 de abril de 2024, Sergio Enrique fue a la UEB, y allí el administrador buscó entre las órdenes de trabajo. Y la de su contador no estaba. El funcionario le dijo que era porque el operario ya la tenía, y en cualquier momento se lo cambiaban.
Sergio Enrique preguntó si tenía que estar alguien en la casa para la instalación, a lo que respondió que si el metrocontador está en un lugar de fácil acceso no era necesario.
Desde entonces, cada día, tras llegar de su trabajo, Sergio Enrique se fijaba en el contador para ver si lo habían cambiado. Y nada. A los 15 días fue de nuevo a la UEB, y lo atendió el administrador. Este, luego de buscar más a fondo la orden, le dijo que esta se canceló, y que habían ido a su casa en tres ocasiones y no había nadie.
«Resulta que en mi casa solo vivimos dos personas y ambos trabajamos. Tampoco dejaron una constancia de que fue un inspector a la vivienda. Mi mamá se dirigió a la Empresa Eléctrica de Holguín, ya que el contador está a nombre suyo, y la atendió la compañera que lleva los contadores (Dignora). Y cuando buscó en el sistema, salía que la orden estaba ejecutada. O sea, que el contador estaba puesto y no era así».
Sergio Enrique habló con la compañera de la Empresa Eléctrica por teléfono y le dijo que no era posible, que había una equivocación, pues el contador sigue siendo el mismo. La de la Empresa Eléctrica señaló que parecía ser un «error» de ellos. Y entonces había que ir a la UEB. Su mamá fue allí y habló con el administrador, quien le dijo que, ciertamente, fue una equivocación: un inspector había ido, pero miró el contador de otra casa que, casualmente, es de 220. El administrador le expresó finalmente a su mamá que si ella se enteraba de que estaban poniendo contadores, lo llamara para agilizar el trámite.
En agosto, Sergio Enrique fue a la UEB y habló con el administrador, quien le dio casi igual respuesta, solo que en la hoja de Excel que él tenía en su poder salía como «cancelado», no como sale en la Empresa Eléctrica de Holguín.
El administrador le dijo lo mismo, que si se enteraba de que hay contadores, le avisara para agilizar el trámite. Algo inconcebible para Sergio Enrique, pues, según él, allí deben saber cuándo entran contadores.
«Esta es la fecha en que no han puesto el metrocontador, decía el cliente, porque “no hay” por la vía legal. Ahora quiero que la Empresa Eléctrica de Holguín me dé una respuesta por el mal trabajo que han hecho», concluía.
Al respecto, responde Yamilka de la Torre Fernández, directora de la UEB Atención al Cliente de la Empresa Eléctrica de Holguín, que el 17 de octubre se visitó la casa de Sergio Enrique. Y en el intercambio sostenido con especialistas de la UEB Holguín, se comprobó que el servicio eléctrico en la vivienda es 110. Y que en la base de datos constaba una solicitud cancelada a nombre de él, para servicio de 220 voltios.
Refiere que la búsqueda hecha en la base de datos arrojó que por error en los sistemas informáticos, y según información aportada por el cliente, la dirección de la solicitud no coincide con la de su vivienda, pues el operario realizó la visita a la dirección equivocada, donde existe un servicio eléctrico 220 voltios. Y por eso en abril pasado se canceló dicha solicitud.
«Teniendo en cuenta lo antes expuesto, concluye, se procedió a activar nuevamente la solicitud y se realizará la instalación del servicio eléctrico de 220 voltios cuando la disponibilidad de recursos así lo permita».
Llama la atención que con el pésimo tratamiento que se le dio a esa familia por parte de la Empresa Eléctrica, la respuesta ni siquiera refleje un reconocimiento autocrítico por parte de esa entidad, y ni siquiera al menos una disculpa con Sergio Enrique, quien mucho se preocupó y alertó constantemente. ¿Es eso «atención al cliente»?