STALKER 2, el videojuego que sobrevivió a una guerra, una cancelación, un cambio de nombre y a los hackers rusos
Este miércoles 20 de noviembre se pone a la venta STALKER 2 en Xbox Series y PC, disponible desde su lanzamiento en Xbox Game Pass. La cuarta entrega de la saga de acción en primera persona en mundo abierto de los ucranianos GSC Game World, que fue anunciada nada más y nada menos que en 2010, por lo que hemos tenido que esperar 14 años para poder disfrutarlo.
GSC Game World fue fundada en 1995 por Sergiy Grygorovych en Kiev, y en sus inicios fue la primera empresa en Ucrania que tradujo videojuegos al ruso. Como desarrolladora, debutaron en 1998 con WarCraft 2000: Nuclear Epidemic, una secuela no oficial de Warcraft II, y su primer gran éxito fue la saga de estrategia en tiempo real Cossacks (2001).
Tras un largo desarrollo, en 2007 lanzaron S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chernobyl para PC, un shooter en primera persona con elementos de terror y supervivencia que nos sumergía en una versión alternativa de la Zona de Exclusión de Chernóbil, transformada por dos catástrofes nucleares, y que se convirtió rápidamente en un título de culto. Una aventura de acción en mundo abierto con una atmósfera opresiva, con elementos de terror y supervivencia, y mucha personalidad. Este juego tuvo dos secuelas/expansiones, S.T.A.L.K.E.R.: Clear Sky (2008) y S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat (2009), que juntos formaron una querida trilogía.
Poco después del lanzamiento de la tercera parte, en 2010 GSC Game World anunció S.T.A.L.K.E.R. 2, un juego que por fin vamos a poder disfrutar esta semana, y cuyo desarrollado ha estado marcado por retrasos, desafíos financieros, conflictos internos y eventos geopolíticos, y hasta un cambio de nombre por el camino.
Un largo y complicado desarrollo lleno de adversidades
Anunciado en 2010 tras el gran éxito comercial de la saga, el juego prometía un motor multiplataforma completamente nuevo. Sin embargo, problemas financieros llevaron a grandes despidos dentro de GSC Game World, reduciendo el equipo en un 75 %. En 2011, el desarrollo se detuvo y la compañía se disolvió. Aunque se intentó retomar el proyecto, en abril de 2012 se anunció su cancelación debido a disputas entre inversores, el personal y el propietario de los derechos de la propiedad intelectual. Por tanto, de ese primer STALKER 2 no queda nada, como han explicado sus creadores en diversas entrevistas.
GSC resurgió en 2014 para desarrollar Cossacks 3, la nueva entrega de su saga de RTS que se lanzó en 2016. En 2018, se anunció oficialmente la reactivación de S.T.A.L.K.E.R. 2, aunque en una etapa inicial de planificación. El anuncio se hizo para generar interés y asegurar acuerdos de publicación en el E3. Inicialmente desarrollado en Unreal Engine 4, luego se actualizó a Unreal Engine 5. En el E3 2021 se mostró un gameplay, fijando su lanzamiento para abril de 2022.
El estallido de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 interrumpió el desarrollo. Con sus oficinas en Kiev, GSC pausó el proyecto para proteger a sus empleados, muchos de los cuales se refugiaron o se unieron a las fuerzas armadas. De hecho, en diciembre de 2022, Volodymyr Yezhov, un desarrollador del juego que también había trabajado previamente en el estudio ucraniano Frogwares, falleció en combate en la Batalla de Bajmut.
Tras la invasión de Rusia, la producción del juego se trasladó a Praga y el subtítulo del juego cambió a Heart of Chornobyl, adoptando la romanización ucraniana, en lugar del "Chernobyl" original, que era la versión en ruso. Por si no hubieran tenido suficientes dificultades, en 2023 fueron víctimas de ciberataques y filtraciones de pruebas internas, pero continuaron trabajando pese a las adversidades. Todo esto y mucho más se cuenta en el interesante documental War Game: The Making of S.T.A.L.K.E.R. 2, que tenéis arriba y que podéis ver con subtítulos en español.
Dentro de un par de días descubriremos qué tal está S.T.A.L.K.E.R. 2: Heart of Chornobyl, pero sin duda hay que valorar el enorme esfuerzo que han realizado sus creadores para que el juego pueda por fin ver la luz.