Pamplona derribará parte del segundo mayor monumento franquista de España
En el día del aniversario de la muerte del dictador, EH Bildu, PSN y Geroa Bai han acordado resignificar el espacio y reconvertirlo en un centro de Memoria
Los Caídos de Pamplona: el segundo mayor monumento franquista de España esquiva la nueva ley de Memoria
EH Bildu, Geroa Bai y PSN han firmado en las últimas horas un acuerdo en Pamplona para resignificar y derribar parte de los Caídos, el segundo mayor monumento de exaltación franquista de España tras Cuelgamuros y el primero enclavado en un entorno urbano. En el día en el que se cumplen 49 años de la muerte del dictador, tres de los cuatro partidos que firmaron la moción de censura a UPN y que auparon a Joseba Asiron (EH Bildu) a la Alcaldía, sellan un pacto para eliminar los elementos arquitectónicos que incluyen simbología franquista y para poner en marcha el concurso de ideas para resignificar todo el entorno del monumento.
“Estamos ante una oportudidad histórica para denunciar lo que fue el franquismo y su motivación fascista e impulsar los valores de la democracia”, destacan los tres partidos en el acuerdo, que ha sido presentado en un acto en el que han participado el secretario de organización del PSN, Ramón Alzórriz, la responsable de EH Bildu en Navarra, Miren Zabaleta, y el portavoz de Geroa Bai en el Parlamento navarro, Pablo Azcona, y al que no ha acudido el alcalde Joseba Asiron. Y añaden que lo hacen “en un contexto europoeo y mundial donde las ideas totalitarias y neofascistas están resurgiendo”.
El complejo arquitectónico de los Caídos se encuentra al final de una de las Avenida Carlos III, una de las principales arterias de Pamplona, y que conecta en el otro extremo con la céntica Plaza del Castillo. Fue construido en 1942 por el arquitecto y miembro de la Junta Central Carlista de Navarra Víctor Eusa en honor a los 4.500 navarros del bando sublevado que fallecieron la Guerra Civil y para albergar los restos mortales de los máximos responsables de la sublevación militar en el 36, Mola y Sanjurjo, así como de otros seis combatientes del bando sublevado, todos ellos exhumados en 2016 en cumplimiento de la ley de Memoria Histórica.
El monumento cuenta con varios elementos que contienen simbología franquista. Uno e ellos es la inscripción grabada en el frontispicio del edificio principal, que reza: “Navarra a sus muertos en la Cruzada”. El texto se encuentra desde hace años tapado por una lona, lo que ha permitido que el complejo haya esquivado la ley de Memoria Democrática. Además, en el interior del monumento también se taparon varias inscripciones, si bien se dejaron al descubierto los frescos de la cúpula, obra del pintor Ramón Soltz en los que se aprecia a Francisco Javier bautizando en Oriente.
En el acuerdo se recoge el derribo de algunos elementos de simbología franquista y el tapado de la cúpula del inmueble. El complejo será resignificado y se convertirá en un espacio de Memoria al que se le pondrá el nombre de Maravillas Lamberto, la adolescente de 14 años que fue violada y asesinada por los falangistas en agosto de 1936.
En concreto, el texto consensuado estipula una intervención “importante” sobre la cúpula exterior, “de modo que se oculte y cambie el skyline” de la ciudad para “crear un nuevo paisaje urbano y simbólico acorde al nuevo valor social del edificio”. También la cripta en la que se encontraban los restos de Mola y Sanjurjo.
La trasformación sí mantendrá las pinturas de Ramón Soltz del interior de la cúpula “con el objeto de posibilitar la lectura crítica de las mismas” y serán utilizadas “para el estudio crítico a través de visionados restringidos a fines educativos, pedagógicos y/o académicos, permaneciendo ocultas al público en general”.
Para la resignificación se abrirá un nuevo proceso participativo distinto al que abrió Asiron en su anterior etapa como alcalde, entre 2015-2019, que incluya las directrices recogidas en el acuerdo y para el que todavía no se han marcado plazos.