Joven turista reveló a cuál país no volvería nunca tras recorrer todo el mundo: "Es un mar de edificios sin vida"
Recorrer más de 50 países puede dejar recuerdos imborrables, pero no todos los destinos logran impresionar. Esto lo descubrió Alice Murphy, una periodista irlandesa que tras años de viajes por los cinco continentes identificó un lugar que no cumplió sus expectativas. Aunque su arquitectura moderna y su reputación internacional lo convierten en un imán para turistas, ella lo describió como un espacio “sin vida ni conexión”.
Murphy explicó que, a pesar del lujo que abunda en sus calles y edificios, no logró sentir una verdadera esencia cultural ni calidez humana. Su relato se ha vuelto viral, invitando a reflexionar sobre qué hace especial a un destino más allá de su apariencia.
El país con "escasa vida" que nunca volvería
El país que recibió la crítica de Murphy es Catar, famoso por su modernidad y riqueza. La joven periodista detalló su experiencia en Doha, la capital, donde se sorprendió al notar calles prácticamente vacías, incluso en zonas turísticas como Souk Wakif. Esperaba encontrar un mercado vibrante y lleno de vida, pero en su lugar vio una réplica modernizada que, según ella, carece de autenticidad.
Al indagar sobre esta atmósfera, un trabajador local le explicó que en el país predomina el uso del automóvil, lo que reduce la interacción peatonal. Para Murphy, esto resultó en una ciudad visualmente impactante, pero emocionalmente distante.
La desconexión cultural y emocional con Catar
Otro de los puntos que visitó fue Lusail, una ciudad planificada que destaca por su lujo extremo y rascacielos dorados. Aunque la arquitectura la impresionó, nuevamente sintió una desconexión con la cultura local. “Es un lugar diseñado para admirar, no para vivirlo”, afirmó en su artículo.
El Museo de Arte Islámico fue una de las pocas excepciones que valoró positivamente. Diseñado por el arquitecto de renombre Ieoh Ming Pei, albergaba colecciones únicas que reflejan la historia y el arte de la región. Sin embargo, ni siquiera esto logró cambiar su percepción general de un destino que considera más enfocado en el espectáculo que en la experiencia humana.