El certamen organizado por el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo de Santa Marta, Colombia, el pasado 15 de mayo, premió la obra del artista colombiano Felipe Cifuentes por el dominio técnico, creatividad y composición de su obra titulada Aureliano.“El que me otorgaran este premio para mí fue realmente una sorpresa, no podía creer que me había ganado el primer lugar de esta edición —dice en entrevista con MILENIO—. Aunque debo decir que la acuarela está siempre presente en mi día a día, porque cuando salgo y voy a un café, suelo llevar una pequeña paleta de acuarela y un pincel; y pido un poco de agua para pintar. La acuarela tiene muchas ventajas, es super rápido su secado y se puede transportar sin inconvenientes”.El premio Alfredo Guati Rojo, en la octava trienal, consiste en un diploma de reconocimiento, que es una distinción muy meritoria porque concursan artistas internacionales de gran renombre.El artista de la Colección MILENIO Arte, explica que la obra galardonada es un tributo al Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, conocido por su realismo mágico y su capacidad para evocar emociones profundas a través de la narrativa.La acuarela Aureliano reconoce a los personajes de la obra maestra Cien años de soledad, y conmemora el décimo aniversario luctuoso del escritor colombiano. M: ¿Cómo te preparaste para obtener este premio?FC: Siempre he tenido la inquietud por la acuarela, practicándola siempre, realizando paisajes, aunque también hago óleos y dibujos. Participé en este concurso porque se llevaría a cabo en Colombia, y decidí vincularlo con un tema muy local. M:¿En qué pensaste para concursar?FC: Debido a que en este año se conmemoraban 10 años de la muerte de García Márquez, en lo que pensé fue en representar mi versión de Aureliano Buendía, personaje de la obra cúspide del Gabo: un rostro de perfil de un hombre afrodescendiente, el tipo de población mayoritaria en esa región colombiana. Decidí jugar con ese rostro de perfil, aunque hice otras pruebas y otro tipo de retratos, pero ese fue el que más me gustó.Además, porque la acuarela normalmente lo que usa es la luminosidad del propio papel, a diferencia del óleo donde tú agregas el color blanco sobre la superficie para lograr una sensación luminosa. En esta técnica tienes que respetar la base del café; pintar a un afrodescendiente es mucho más difícil que hacer una persona un poco más clara, porque lograr el volumen solamente con colores oscuros, es muy difícil.Otra limitación técnica es que a veces en esos ejercicios de la acuarela, no se puede usar negro, usé más violetas y azules para que dieran ese efecto, aspectos que llevaron a crear esta obra. M:¿En Colombia encontraste la inspiración para pintar a este personaje?FC: Yo había estado recientemente en esa área del país; no he estado como tal en Aracataca que es donde García Márquez ubica su obra, y es donde nació.Es el equivalente de esa visión de lo que es Macondo, un lugar que abarca todo el Caribe, donde estuve recientemente; quise tomar algo de lo que vi, hice muchísimas fotografías y estudios de personajes, y esta imagen me gustó, por ello lo tomé como referencia, ya que reunía las características.En la novela de García Márquez hay muchísimos Aurelianos, entonces tampoco quise identificarlo, con la finalidad de que quedara abierta la interpretación, lo pinté entre febrero y marzo de este año.M:¿En dónde se expuso la obra ganadora?FC: En una muestra colectiva en el Museo Contemporáneo Bolivariano, precisamente en ese lugar donde murió Simón Bolívar, que lo hicieron recinto museográfico, en la quinta de San Pedro Alejandrina.Ganar este premio y tener el privilegio de mostrar mi obra en este lugar fue un gran honor, porque para mí fue inesperado, conociendo el nivel de los acuarelistas que se presentaron, que suele ser muy alto; hay gente dedicada 100 por ciento a la acuarela. Yo soy muy inquieto, además hago acrílico, grabado y trabajo otras técnicas por curiosidad y por la necesidad de experimentar.M:¿En qué estás trabajando?FC: Próximamente participaré en una muestra de acuarelistas de diferentes lugares del mundo en el Museo Guati Rojo, aquí en Ciudad de México; no tiene que ver con lo de Santa Marta, en Colombia, pero sí con la visibilidad que se le da desde aquí a la acuarela. Promovida por la IWS (International Watercolor Network), que tiene como fin apoyar y difundir la técnica de la acuarela y al mismo tiempo difundir el amor, la armonía y la paz en todo el mundo.Cada país miembro mandó a cinco representantes, y todos participaremos en esta exposición en diciembre. Participaré con una acuarela sobre un retrato de un haitiano, inspirado en los muchos migrantes que hay en México. evt