La historia y el pasado de Toledo como ciudad Imperial no puede desligarse de su pasado andalusí. La arquitectura, la artesanía son ejemplos de una cultura que convivió con otras culturas en la capital regional, dejando su huella y sus vestigios en cada calle y plaza del Casco histórico. Esta semana, ese patrimonio cultural y artístico, dejado en Toledo se ha visto incrementado con la apertura de la exposición 'Itinerario: la botánica andalusí' que se puede recorrer por los jardines del Museo de Santa Cruz y por el Sefardí y que ha comenzado a programarse para que el público lo pueda recorrer y disfrutar en los patios de estos museos . El Museo Santa Cruz cuenta desde este jueves con un itinerario de Botánica Andalusí, a través de 14 paradas en las que se quiere dar visibilidad a las especies y los conocimientos agronómicos de la época de dominio islámico de la península ibérica. En el patio interior y exterior del edifico se pueden contemplar el naranjo amargo, el tejo, el olivo, la rosa, el mirto, el arrayán morisco , la violeta, el ciprés, el romero, la alhucema, el cantueso, el espliego, la lavanda, la adelfa, el baladre, el lirio, el boj, el zumaque y el melocotonero , plantas que forman parte de la primera pata de este proyecto, que se completará con otro itinerario en primavera en el Museo Sefardí. Un proyecto en el que, además de estos dos museos, también han colaborado instituciones como la F undación de Cultura Islámica (Funci), la Embajada de Marruecos en España, el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, el Jardín Botánico de la Universidad de Alicante o la Asociación de Amigos de Santa Cruz Vivo. En la presentación de la muestra el director del Museo de Santa Cruz, Antonio Dávila, explicó que se ha querido incorporar a este «paseo tan agradable» por los claustros del Santa Cruz la posibilidad de conocer «el pasado y la tradición andalusí» gracias a las plantas y la vegetación, muchas de las cuales ya estaban en este espacio. Este es un proyecto «esencialmente coral» , aseguró el director del Santa Cruz, agradeciendo a todas las organizaciones que han colaborado en el proyecto botánico que se complementa con piezas que guarda el centro . Por su parte, la viceconsejera de Cultura, Carmen Teresa Olmedo , explicó que fue en el siglo XI es cuando aparecen en Toledo los primeros tratados de los grande agrónomos andalusíes que han servido ahora como instrumento para ver cuál sería la definición de los jardines de aquella época, «cuando Toledo se convirtió en capital de un reino de taifas». Gracias a esos tratados que convirtieron a Toledo en el centro de conocimiento agrónomo se ha podido, tanto en el Museo Sefardí como en el Santa Cruz, definir las variedades que hemos plantado, indicó al viceconsejera, para indicar que algunas de estas especies ya estaban presentes como el olivo, el tejo o el boj. Olmedo hizo mención que en el itinerario se ha incluido el arrayán morisco, que estaba «prácticamente desaparecido» y del que surgieron algunas plantas «de manera curiosa» en el Generalife de Granada, que se han ido trabajando para poder seguir plantándolas, así como un rosal «de una especie específica». Aprovechó para agradecer la colaboración de todas las entidades que colaboraron en esta iniciativa. Finalmente, la directora del Museo Sefardí, Carmen Álvarez, se refirió al que se podrá visitar desde primavera en esta pinacoteca y que actualmente está en ejecución. Afirmó que será un recorrido «totalmente integrado con el contenido expositivo del museo» y que se han seleccionado, hasta el momento, una docena de plantas «especialmente diversas», aunque aún podría incorporarse alguna más. La directora del Museo Sefardí destacó que este ha sido un proyecto que ha supuesto un «trabajo arduo de investigación» entre los museos, las instituciones científicas, especialistas multidisciplinares y los mundos islámico, sefardí e hispano-judío.