Un progresista tiene dos formas de afrontar la adversidad. La más extendida es la que utiliza Sánchez, más tendente al lagrimeo, a dar pena con cartas y al victimismo. La fórmula se complementa con un enfrentamiento con el contrario: el otro siempre es el malo, el mentiroso, el tramposo y el bulista. Aquí se incluye, imagino, la estrategia del berrear de la que ha tirado Broncano . Igual es una buena terapia. Aunque no sé si sirve más para calmarse o para montar jaleo. Total, de eso vive el espectáculo. El de Sánchez y el de Broncano. Es difícil saber qué te va mejor cuando te están investigando, te marca un gol la competencia o tu partido te quiere cortar...
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