Una de las estrategias que están demostrando eficacia a la hora de prevenir la transmisión del VIH, el virus que causa el sida, es la llamada profilaxis preexposición (PrEP). La PrEP consiste en tomar una pastilla diaria de medicamentos antirretrovirales, como Truvada , para reducir el riesgo de contraer el VIH. Es altamente efectiva si se toma correctamente, reduciendo el riesgo de infección en un 99%. Se recomienda para personas con alto riesgo de exposición al VIH, como aquellas con parejas seropositivas o que tienen prácticas sexuales sin protección. Sin embargo, su eficacia disminuye considerablemente cuando no se toma de manera constante. Para paliar esta situación se ha probado el empleo de otras pautas, que exijan un menor cumplimiento por parte del paciente. Una de ellas es la inyección semestral de un medicamento, lenacapavir , cuyos datos se presentan en un estudio publicado en ' The New England Journal of Medicine '. El ensayo clínico financiado por la farmacéutica Gilead (Purpose-2), dirigido por médicos de la Universidad de Emory y el Sistema de Salud Grady , indican que una inyección semestral de este fármaco ofrece un 96% de reducción en el riesgo de infección, lo que la hace que más efectiva que la PrEP oral. Para Colleen Kelley , autora principal del estudio y profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, « este es un avance considerable y profundo en la medicina , especialmente para aquellas personas cuyas circunstancias no les permiten tomar un medicamento oral diario, así como para las poblaciones más afectadas por el VIH». En este ensayo clínico de fase III, el 99% de los participantes en el grupo de lenacapavir no contrajeron VIH, y solo se produjeron dos infecciones en un total de 2.179 personas. En comparación, en el grupo de PrEP (1086 personas) se registraron nueve infecciones. El estudio también mostró una mayor adherencia a la inyección que a la pastilla diaria. Según Kelley, la inyección es más eficaz, ya que muchas personas abandonan la PrEP oral debido a la dificultad de adherirse a un tratamiento diario. La inyección, administrada solo dos veces al año, es especialmente útil para quienes tienen acceso limitado a la atención médica. La inclusión de participantes racial, étnica y de género diversos en el ensayo fue clave, ya que representó a las poblaciones más afectadas por el VIH. Los grupos de ensayo estuvieron compuestos por hombres cisgénero y personas de género diverso en 88 lugares de Perú, Brasil, Argentina, México, Sudáfrica, Tailandia y EE. UU. Según el trabajo, las mismas poblaciones que están desproporcionadamente afectadas por el VIH son las que tienen un acceso limitado al PrEP o pueden tener dificultades para tomar el medicamento antirretroviral de forma consistente, lo que subraya la necesidad de más opciones. Valeria Cantos, principal investigadora del ensayo clínico en Grady, destacó la importancia de realizar ensayos que incluyan a poblaciones verdaderamente representativas de los pacientes que atiende Grady. «No estamos llegando a todas las personas que necesitamos alcanzar con las intervenciones actuales de prevención del VIH -señala Kelley-. Para aquellas que no pueden tomar las pastillas diarias, los fármacos inyectables realmente pueden ofrecer una eficacia increíble y ser un cambio de juego para ayudarlas a mantenerse negativas ante el VIH». Dado que el ensayo clínico de fase III ha sido completado y enviado a las autoridades sanitarias de EE.UU. (FDA) para su consideración, Kelley espera que Lenacapavir sea aprobado para su uso comercial en 2025. El desafío, señala Carlos del Río, de la Universidad de Emory «es implementar y hacer disponibles estas herramientas de manera equitativa ; solo entonces veremos una disminución dramática de las nuevas infecciones por VIH, tanto a nivel local como global».