El negocio del lujo tiene un sinfín de normas propias, pero muchas se re sumen en que, casi siempre, menos significa más. Limitar el número de camarotes en un barco permite que estos sean más grandes. Reducir el número de pasajeros aporta mucha más tranquilidad. Menos colas es igual a más disfrute, menos ruido, más de todo. Esa ha sido siempre la filosofía de Crystal Cruises, compañía de cruceros de 'ultralujo' que a raíz de la pandemia decidió adoptar un enfoque radical. Redujeron el 40 por ciento la capacidad de sus dos barcos, doblaron el tamaño de los camarotes y lo apostaron todo a la restauración 'premium', inspirada en la cocina Michelin. Hoy por hoy, el Crystal Symphony y el Crystal Serenity cuentan cada uno con once experiencias gastronómicas a bordo, todas incluidas en el precio del pasaje. Entre ellas, ABC ha tenido acceso a Umi Uma, el único restaurante del mundo del chef Nobu Matsuhisa sobre el agua. Bacalao negro marinado, una gran variedad de sushi o filetes de res Wagyu austra-liano, son algunos de los platos disponibles en este espacio dedicado a la gastronomía japonesa con influencias peruanas. Todo se prepara al instante, frente al pasajero, con el más fresco producto de la región del Asia-Pacífico. El restaurante no necesita reserva, pero el tamaño íntimo de la embarcación, que no supera los 600 pasajeros , hace improbable que se forme alguna cola. En cualquier caso eso no debería suponer ningún problema, pues en la embarcación sobran alternativas. Ejemplo de otras joyas gastronómicas del crucero son el Beefbar de Riccardo Giraudi o el restaurante italiano Ostería Ovodivio, regentado por Massimiliano Alajmo , el chef más joven de la historia en conseguir tres estrellas Michelin. Pero como el lujo no se puede reducir solo al estómago, los barcos de Crystal cuentan con una enorme cantidad de elementos que elevan la experiencia a los más altos estándares del sector. El precio del pasaje incluye todas las propinas por adelantado, mayordomo personal , barra libre de vinos, champagne, licores, café y los más selectos refrescos. También incluye servicio de habitaciones 24 horas, decenas de espectáculos, música en vivo y todo tipo de conferenciantes. Para amenizar todavía más la estancia, la embarcación cuenta con bares de diferentes atmósferas, habitación 'vintage' para fumadores, discoteca y el primer y único casino de Monte-Carlo en el mar. Por ahora, Crystal Cruises cuenta con dos barcos con los que viaja por los cinco continentes, pero tiene encargados otros dos para 2028. Algunos de sus itinerarios cubren la costa africana desde la India hasta Atenas en 22 noches; Caribe y Pacífico desde Miami hasta Los Ángeles en 19 o los excepcionales fiordos, siempre en busca de la aurora boreal. En 2025, el Crystal Serenity saldrá del puerto de Fort Laude, en EE.UU., para rodear el mundo en un trayecto de 123 noches atravesando 25 países. Visto así, no siempre menos significa más.