Los líderes de la décima edición de la Vendée Globe vuelan en el Atlántico sur con condiciones perfectas . Cuando se cumple la jornada décimo séptima de regata desde la salida el pasado 10 de noviembre en Les Sables d'Olonne, el 'Macif Santé Prévoyance' de Charlie Dalin lidera la flota de 39 barcos -sólo ha habido un abandono hasta la fecha, el de Maxime Sorel al quinto día de navegación por una lesión en el tobillo y daños en su vela mayor-. El laureado patrón francés cuenta con una ventaja de unas 50 millas náuticas sobre sus máximos perseguidores, Thomas Ruyant ('Vulnerable') y Sébastien Simon ('Groupe Dubreuil'). Tres más siguen a la zaga: Yoann Richomme se sitúa a 82 millas de Dalin, Jéremie Beyou 18 más atrás, y Nicolas Lunven casi le pisa la estela a su precedesor. Esta tarde Charlie Dalin se encuentra a unas 900 millas náuticas del cabo de Buena Esperanza , tras disfrutar de unas condiciones ideales que permiten al grupo en cabeza navegar rápidos desde Brasil hasta la punta sur de África. Tan ideales han sido los vientos y el estado del mar, con una baja presión que les ha conducido desde el norte de Río de Janeiro a velocidades frenéticas, que en las últimas horas se ha batido sucesivamente el récord de distancia recorrida en 24 millas para un monocasco en solitario . Desde la salida de esta décima Vendée, el primero en superar la anterior marca fue Nico Lunven , con 546,6 millas náuticas en el Atlántico norte. Una semana más tarde, Yoann Richomme batió esa cifra en cinco millas, al recorrer 551,84 millas náuticas en 24 horas. Ya en la tercera semana de navegación, la bajada por el Atlántico hacia el cabo de Buena Esperanza ha sido una de las más rápidas que se recuerdan, y Sébastien Simon a bordo de su 'Groupe Dubreuil' ha superado sucesivas marcas de velocidad para dejarla (puede que sólo momentáneamente) en unas impresionantes 615,33 millas náuticas recorridas en 24 horas . El récord para un IMOCA con tripulación está registrado en 640 millas… Muchos se preguntan si esta cifra se podrá batir durante esta fascinante vuelta al mundo en solitario sin escalas ni asistencia. «El barco va muy bien, solo hay un metro de mar y un viento razonable de entre 24 y 26 nudos -ha explicado Simon -. Voy con dos rizos en la vela mayor, en una configuración relativamente segura para el barco. Es una distancia increíble, nunca me hubiera imaginado poder correr tanto. En mi opinión, no ha terminado porque el escenario está mejorando para nosotros. Voy a seguir yendo a esta velocidad durante casi otro día completo, así que hay una posibilidad de que el récord se vuelva a batir». Aunque las condiciones sean ideales para navegar rápidos, no son confortables. « Cuando estos barcos superan los 22-23 nudos, parece que el mundo se va a acabar en cualquier momento, se oyen todo tipo de ruidos en el aparejo y en los foils, y pueden saltar las alarmas », ha alertado al respecto el regatista oceánico Jack Bouttell. «La idea no es ir a batir récords, sino más bien intentar mantener una media correcta», ha admitido Jérémie Beyou ('Charal'), que navega lesionado de una rodilla. « Sólo tengo que evitar volver a caerme, seguimos en el TGV [ferrocarril exprés francés] y es genial . Sin embargo, el paisaje está cambiando un poco y la temperatura del agua está bajando bastante», ha añadido Beyou, que anoche tuvo que empezar a abrigarse con varias capas de ropa. Al paso del meridiano de Greenwich , el grupo líder intenta mantenerse en la depresión que les empuja desde la costa de Brasil. Para más adelante, habrá que plantearse si seguir en ruta directa o sumergirse hacia el sur para bordear la Zona de Exclusión del Ártico, establecida para evitar los hielos flotantes. Para los que se quedaron atrás, existe la conciencia de que la brecha con este grupo de cabeza está y seguirá creciendo exponencialmente . «Hacemos lo que podemos -ha aceptado el alemán Boris Herrmann a bordo de su 'Malizia Seaexplorer'-. ¿El grupo de cabeza? Increíble, mucho respeto, están haciendo una regata increíble, están en una posición afortunada. Estoy un poco celoso, obviamente, pero la regata aún es larga. Veamos qué sucede en el Índico o en el Pacífico».