El proveedor de componentes para el sector del automóvil Valeo negocia el despido de más de un millar de trabajadores en ocho de las plantas que tiene el grupo en Francia después de que en julio anunciara su intención de vender o cerrar tres fábricas en el país galo. El anuncio, publicitado por los sindicatos, a los que se habría informado de este plan de ajuste, se enmarca dentro de una reestructuración de la firma francesa a nivel europeo en su división de energía, que agrupa a las actividades vinculadas al coche eléctrico. Asimismo, las fábricas de Alemania, Polonia y República Checa podrían verse también afectadas por los despidos; en este caso se especula con que podrían ser hasta 188 puestos de trabajo adheridos al plan de recorte que afectará, en todo caso, principalmente a Francia. Los sindicatos han informado en las últimas horas de un total de 1.059 salidas forzosas y 174 salidas voluntarias en Francia, es decir, el 6,4% del total de la plantilla de 14.000 empleados que Valeo tiene en el país. Además, otras 74 vacantes que estaban abiertas hasta ahora no se cubrirán. Por el momento, no se ha detallado un calendario para acometer este ajuste, aunque la empresa avanza que ofrecerá a los trabajadores despedidos la reubicación en otros centros de producción. En concreto, Valeo ha confirmado el cierre del centro de investigación y desarrollo de La Verrière (Yvelines), donde a los 365 empleados afectados por estos ajustes se les ofrecerá un puesto de idéntico contenido, pero con un nuevo contrato, en las sedes de Cergy y Créteil. La fábrica de Sarthe, especializada en sistemas de gestión de temperatura para motores térmicos y eléctricos, también será objeto de clausura con trabajadores que podrán ser «reclasificados» en Sablé, a unos 30 kilómetros. La razón que se esgrime para su cierre es la pérdida de producción automovilística europea ante la llegada de la competencia china. La fábrica de Saint-Quentin-Fallavier (Isère), tercer emplazamiento amenazado, ha mantenido finalmente la actividad en los sistemas de hibridación, lo que ha permitido conservar el 85% de los puestos de operadores. Al tiempo, la fábrica de Sainte-Florine, en Auvernia, perderá 80 trabajadores y la de Reims 97 puestos de trabajo, la de Limoges 72, mientras que la fábrica de Amiens, especializada en embragues, recortará su plantilla en 89 personas. En Laval, están previstas 15 salidas. Los recortes de empleo se centrarán en puestos de gestión aunque no afectarán a los puestos relacionados con la producción, según ha confirmado la empresa. Hace una semana, la alemana Bosch anunciaba el despido de 5.500 trabajadores en la división de movilidad del grupo, a medida que l a débil demanda de vehículos eléctricos y la llegada de la competencia china acentúa la crisis del sector del automóvil en Europa. Se estima que a finales de 2027 se supriman la mayor parte de todos los puestos previstos, unos 3.500, la mitad de ellos en Alemania, en las unidades de software para la conducción autónoma. Además, el negocio director del grupo se verá también muy afectado a nivel nacional en Alemania. En la fábrica de Schwäbisch Gmünd se suprimirán 1.300 puestos de trabajo entre 2027 y 2032, estos son, uno de cada tres empleos de la planta. Complementariamente, Bosch también anunció el despido de 750 empleados en la planta de Hildesheim, donde se fabrican componentes para la electromovilidad. Se espera que 600 de ellos sean eliminados para finales de 2026.
