Diciembre llega con una presión creciente para Daniel Sancho (30 años), quien sigue luchando por su libertad después de ser condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta. A pesar de los obstáculos que ha enfrentado, su defensa continúa trabajando intensamente en la apelación de la sentencia , que inicialmente debía presentarse a finales de noviembre, pero que finalmente se pospuso hasta el 29 de diciembre . Así lo confirmó el criminólogo Ramón Chippirrás a 'EFE' , uno de los miembros del equipo legal que asesora a Sancho, quien explicó que aún no se descarta la posibilidad de solicitar más prórrogas si es necesario. «Estamos trabajando en el recurso todo el equipo, de la misma forma que se hizo durante el juicio», declaró Chippirrás, quien es parte del equipo liderado por el abogado Marcos García-Montes. La noticia del aplazamiento no es una sorpresa, ya que el equipo de abogados, incluyendo a los criminólogos Carmen Bafalgón y Marcos García-Montes , ha dejado claro que están buscando todos los detalles posibles para demostrar que la muerte de Arrieta fue un acto de defensa propia , tal y como ha afirmado en varias ocasiones Daniel Sancho. Sin embargo, las circunstancias del juicio y el veredicto dictado por la Corte de Koh Samui han hecho que, por ahora, la apelación sea la última esperanza para el chef español. En este momento, Sancho sigue en contacto con su equipo a través de videoconferencias y visitas a la prisión, a medida que trabajan para presentar un recurso sólido. Recientemente, el programa 'Vamos a ver' ofreció en exclusiva detalles sobre la difícil situación personal que enfrenta Daniel Sancho. Tras la sentencia, el joven chef fue trasladado a la prisión de Surat Thani, donde se enfrenta a una realidad mucho más difícil que en la cárcel de Koh Samui, donde permaneció durante su juicio. En una conversación con su padre, el actor Rodolfo Sancho (49 años), Daniel habría expresado su desconcierto ante la condena recibida, afirmando que todo fue un accidente y que no merecía la pena de muerte ni la cadena perpetua. «Es muy injusto todo. Todo ha sido un accidente , me quiero defender hasta el final, porque se va a demostrar. No entiendo una cadena perpetua. No es justo. No la entiendo. Porque yo únicamente me defendí«, le habría dicho a su padre, confiando en que el recurso de apelación podría cambiar su destino. Por su parte, Carmen Bafalgón, portavoz de la familia Sancho, ha manifestado que, a pesar de las dificultades, Daniel sigue luchando con la esperanza de que su caso se revierta. En una entrevista concedida al diario La Razón, Bafalgón explicó que, aunque la vida de Sancho en prisión es dura, no ha mostrado señales de miedo. «De momento no le hemos notado ningún miedo. Salió del módulo de aislamiento y ahora se encuentra en uno general. Pero su vida en prisión es muy dura, eso es inevitable», indicó la criminóloga. Ahora, con el 29 de diciembre como nueva fecha clave, todos los ojos están puestos en el equipo legal de Sancho, que sigue recopilando pruebas y detalles para argumentar que lo sucedido fue un accidente y que el joven chef merece un trato más justo.