Guindilla a los centros educativos españoles por no disponer de protocolos eficaces para erradicar el ciberacoso
El acoso escolar ha dejado de ser una cuestión limitada a las aulas. Las redes sociales están alimentando una nueva forma de violencia: el ciberacoso. Este fenómeno, que combina las agresiones tradicionales con el alcance ilimitado del mundo digital, está generando graves consecuencias emocionales y psicológicas para los jóvenes. Las víctimas, muchas veces atrapadas en un entorno que parece ineludible, sufren ansiedad, depresión y aislamiento.
Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, un 10,7% de los alumnos afirma haber sido víctima de algún tipo de agresión a través de dispositivos digitales, siendo las chicas las más afectadas, con un 12,7%, frente al 8,7% de los chicos. El acoso se intensifica en edades comprendidas entre los 13 y los 16 años.
Faltan protocolos en los colegios
La falta de protocolos eficaces en los centros educativos españoles agrava la situación. Según el Instituto de Política Social (IPSE), el 45% de los colegios en comunidades como Madrid, Castilla y León y Cataluña no dispone de medidas adecuadas para abordar el acoso escolar. Esto dificulta la detección temprana de los casos y deja a muchas víctimas sin el apoyo necesario.