Los veteranos del
Barça jugaron en
Qatar (sí en Qatar que, de pronto, ha pasado a ser país amigo) y ganaron al Madrid a los penaltis. Las imágenes del partido han viajado por el mundo gracias al golazo de
Ronaldinho. Una falta directa, con rosca, por encima de la barrera, que entró por el palo opuesto donde estaba un pasmado
Paco Buyo. En el
Barça –primer equipo– no se ve una ejecución perfecta como esta desde la marcha de
Messi. Los números, en ausencia del argentino, son para llorar.
80 lanzamientos y solo
3 goles en tres temporadas y media. Marcó
Ferran ante el
Betis,
Lewandowski ante el
Valencia y
Pablo Torre ante el
Sevilla. El resto, agua. 77 chuts sin gol. Y, a veces, el balón parado te salva un partido tonto. Por ejemplo, en encuentros que se atragantan como ante Las Palmas,
Raphinha tuvo dos ocasiones para probar el lanzamiento y, de nuevo, acabaron en nada. El brasileño, que con su selección ha marcado de libre directo dos goles en poco tiempo, con el Barça no se ha estrenado en partido oficial tras tres temporadas de ser el principal lanzador.
Raphinha está ya en un 0 goles de 32 intentos. O está muy cerca de marcar o es hora ya de cambiar de chutador.
Lewy, por ejemplo, que en esta faceta está en un aceptable dato de
1 gol de 12 lanzamientos.
Ferran, poco titular, está en un
1 gol de 7 faltas chutadas desde que llegó al
Barça. Falta un especialista. Es cuestión de practicar muchas horas, como hizo
Messi para convertirse, también en esa disciplina, en el mejor del mundo. Me dijeron que en los entrenos,
Pedri las clavaba. ¿Cuántas ha chutado? Ninguna. Y eso que han probado suerte hasta 14 jugadores distintos…
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