El ecosistema empresarial en España se encuentra en un periodo donde debe atender a diversos estímulos y hacerlo con la suficiente celeridad, pero siempre de manera estratégica para lograr su supervivencia y obtener una ventaja competitiva frente a otros actores de su sector. Algo que, por el momento, parece no estar atendiendo de la forma más correcta puesto que el 60% de las compañías no superan los cinco años de vida según datos de Eurostat recogidos por Cepyme el pasado año en el informe 'Situación de las pymes en España en comparación con otros países europeos'. Esta es una situación que ha ganado relevancia en los últimos años, con la repentina aparición del Covid o, más recientemente, con el auge de la Inteligencia Artificial (IA), que ha traído consigo importantes cambios para la cultura empresarial . Todas estas situaciones, obligan a que las compañías estén siempre dispuestas a adaptarse a las nuevas necesidades y exigencias del mercado de la manera más rápida y eficaz posible. En la próxima década, el 50% de las empresas a nivel global del índice S&P 500 serán sustituidas por otras nuevas. En este sentido, la adaptación es clave para pertenecer al grupo de compañías que alargarán su vida a pesar de la disrupción de sus sectores , aunque para los empleados este hecho no parece tan sencillo. De hecho, el 50% de los encuestados en el Estudio 'The State of Organizations 2023: Ten shifts transforming organizations' realizado por la consultora Mckinsey señalan que su organización no está preparada para el futuro, por lo que es necesario actuar desde ya con celeridad y ser lo más adaptativo posible. «Una organización adaptativa es aquella que está preparada para detectar y reaccionar ante las condiciones altamente cambiantes del mercado actual. Ser capaces de crear y poner en marcha una estructura preparada para amoldarse y responder de forma rápida a los cambios y a las exigencias de los clientes es, además de una necesidad, una ventaja en el contexto actual», señala Miquel Rodríguez , Consulting Director de Netmind. Además, Aleix Palau , Vice-Presidente en BTS, puntualiza que, para lograrlo, «deben estar alineadas todas las dimensiones de la organización para que el cambio se realice de forma óptima: Estrategia, Gobierno, Diseño; Valores, Procesos, Tecnología; Personas, Liderazgo y Cultura». De hecho, los expertos de BTS y Netmind explican que producir un modelo que conduzca al éxito no es sencillo, pero debe pivotar sobre cinco aspectos esenciales. En primer lugar, una empresa debe ser capaz de detectar y anticipar los cambios en su entorno para posteriormente realizar un análisis pormenorizado de las condiciones del mercado. Además, destacan que tras esos dos estadios iniciales «el siguiente paso es comprender. La atenta observación no serviría de nada si no se reconocen las implicaciones o consecuencias de los cambios que se detectan para reaccionar posteriormente», apunta Palau. «Tras ello, las organizaciones adaptativas ponen en marcha mecanismos para aprovechar en su favor lo detectado a través de soluciones innovadoras y de la recopilación de datos para generar nuevos aprendizajes». «Este paso, evidencia finalmente si una organización está capacitada de forma adaptativa ya que en última instancia «logran ser capaces de realizar mejoras y ajustes en los procesos que las hacen más eficientes, centradas en el cliente y orientadas a las personas», complementa Miquel Rodríguez. La capacidad de adaptarse, sobre todo en momentos de incertidumbre, marca la diferencia. Durante la crisis de 2008, las empresas más resilientes lograron un 20% más de rentabilidad para sus accionistas. Un escenario que llegó a replicarse también en pandemia. La diferencia entre echar el cierre, sobrevivir o sacar una ventaja competitiva de un momento a priori nefasto. Esta circunstancia se debe, en gran medida a la complejidad en la que se encuentra el ecosistema actualmente, independientemente del tamaño o la experiencia de la compañía en su sector. «La necesidad de mantenerse al día en áreas cruciales como la sostenibilidad, los avances tecnológicos o la preparación para el futuro, se ha convertido en una tarea cada vez más exigente. En este sentido, el incremento de la complejidad redefine el panorama empresarial, desafiando a las empresas a innovar y adaptarse de manera continua para sobresalir en un entorno competitivo y cambiante », continúan Palau, Vice-Presidente en BTS. En definitiva, las empresas deben priorizar y dedicar tiempo a las acciones con más impacto y valor para su compañía para actuar con rapidez. Esto, solo lo conseguirán si tienen un amplio conocimiento de su sector y sus clientes para entender necesidades y retos . «Las organizaciones adaptativas son resilientes para tener éxito en el largo plazo, lo que se traduce en la utilización de estructuras alternativas más fluidas y la inversión en el desarrollo de capacidades de aprendizaje que generan y recopilan nuevo conocimiento», concluyen.