American Airlines retoma una ruta clave hacia Estados Unidos y ya ve "una recuperación del mercado"
American Airlines retomó los vuelos diarios entre Buenos Aires y Dallas, un destino clásico de la compañía en la operación con la Argentina, y uno de sus hubs más importantes en los Estados Unidos. La aérea, además, ya empezó a ver una recuperación en la demanda de asientos para viajar a uno de los destinos más buscados por los viajeros locales.
La compañía estadounidense volvió a operar la ruta Ezeiza-Dallas/Fort Worth que había suspendido a principios de año a causa de la poca disponibilidad de aeronaves, y planea mantenerla de forma temporal, hasta marzo de 2025. A su vez, aumentó un 5% su oferta de vuelos para la temporada de verano.
La conexión entre Buenos Aires y Dallas tiene el objetivo de atender la alta demanda de argentinos que viajan en vacaciones de verano a los Estados Unidos, pero también de turistas extranjeros que visitan América del Sur, especialmente para hacer viajes de cruceros a la Antártida, por el Mar Argentino, Uruguay y Brasil.
Entonces, en total, American tiene cinco vuelos diarios desde y hacia la Argentina. Tres de ellos tienen como destino final a la ciudad de Miami, uno a Nueva York y el recientemente reincorporado vuelo diario a Dallas.
"Vemos que mercado argentino está muy fuerte", dijo a El Cronista José Freig, vicepresidente de operaciones internacionales de la aérea. Es por esta razón que American empezó a volar hacia la Argentina con aeronaves con mayor capacidad. Se trata de los Boeing 787-8, con capacidad para 234 asientos.
A pesar de que los planes de la aérea incluyen crecer, tanto en el país, como en el resto de los mercados donde opera, los retrasos en la entrega de aeronaves por parte de Boeing frenan los planes de American: "Se podría aumentar aún más la oferta si no hubiera demoras en la entrega de aviones", aseguró.
Así, Freig develó que, aunque el verano argentino está recién iniciando -es la época más fuerte para la industria- American Airlines ya notó un crecimiento del 5% en la demanda de asientos para viajar a Nueva York.
Si bien se puede llegar hasta Nueva York desde Buenos Aires a través de varias compañías aéreas -con escalas en diferentes países de la región- American Airlines es la única que opera esta ruta de forma directa, luego de la retirada de la aérea de bandera Aerolíneas Argentinas.
La línea estatal anunció en agosto que dejaría de volar a Nueva York, una ruta que nunca le resultó rentable, a la vez que reubicaría los recursos para reforzar otros servicios del hemisferio norte, como Miami y Madrid.
Sin embargo, recientemente, la low cost Arajet, anunció que se podrá volar desde la Argentina hacia los Estados Unidos, con una única escala en República Dominicana, lo que sumaría un jugador más a la competencia para llevar argentinos al norte.
"Para nosotros toda la competencia es buena. Sin embargo, ofrecemos productos diferentes. El hecho de que nuestra cabina nos dé la posibilidad de brindar asientos de business, primera clase y premium economy, hace que no veamos que sea una competencia grande para nosotros", indicó Freig.
Respecto a los cielos abiertos argentinos, una de las políticas que le abrió la puerta de los cielos argentinos a las low cost, comentó: "Vimos en otros países que esta política es algo positivo para la industria. Los cielos abiertos nos dan la posibilidad de tener una operación distinta que funciona muy bien en otros lugares y nos permite volar más allá de los acuerdos bilaterales".
Según datos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), en 2023 American Airlines transportó a 598.005 pasajeros entre la Argentina y los Estados Unidos, con una ocupación promedio del 92% en sus vuelos. En la ruta Buenos Aires-Dallas trasladó a 111.333 personas, con una ocupación promedio del 91 por ciento.
La falta de aviones, el principal problema de la industria aeronáutica
American Airlines tiene 35 años de historia en la Argentina y casi una década operando en el mundo. A pesar de que sus planes de crecimiento están sobre la mesa, hay una dificultad que afecta a toda la industria y que hace tambalear cualquier proyección.
Se trata de la demora en la entrega de aeronaves nuevas, consecuencia de las dificultades de producción, sumado a los recientes conflictos laborales que atravesó este año el gigante Boeing. De hecho, la compañía redujo sus entregas en un 44% entre enero y septiembre de 2024. Concretó la entrega de 291 aviones, en un contexto marcado por la huelga de sus trabajadores en la región de Seattle.
"Es difícil proyectar un aumento en la oferta de asientos por los retrasos en la entrega de aviones. Si quisiéramos crecer dos o tres veces más, el problema principal, y lo que complica a toda la industria, es la entrega de aeronaves. Entonces, antes de proyectar, queremos ver qué disponibilidad de aeronaves tendremos. Hoy, la falta de aviones es el principal problema de la industria aerocomercial mundial", aseguró el ejecutivo.