El piloto amateur estadounidense
Ben Hundter tenía un sueño recurrente. Competir en la
Baja 1000, una de las carreras
off-road más duras del planeta. Había un par de problemas: el primero, su diabetes de tipo 1, que complica como es evidente su participación en una prueba de puro tesón y resistencia; el segundo, la preocupación lógica de su madre ante tal reto. Vista la insistencia del hijo, su progenitora le puso una única condición para aventurarse al desierto:
"Solo puedes correr si me lo retransmites todo en directo".
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