Guinea Ecuatorial, un paraíso por descubrir
Podría parecer un destino turístico que pasa desapercibido al ser uno de los países africanos de menor extensión. Sin embargo, podemos calificarlo como uno de los secretos mejor guardados de los amantes de África, de la auténtica. En la costa oeste de África Central, Guinea Ecuatorial alberga algunas de las selvas tropicales más densas y ricas en biodiversidad de la zona, especialmente en la isla de origen volcánico Bioko y en la parte continental de río Muni. Una zona para realizar caminatas guiadas a través de la selva, donde avistar especies de primates como el colobo de penacho rojo –en peligro de extinción– y el dril, el primate más grande del lugar.
La isla también posee un santuario de tortugas marinas, que anidan en sus playas de arena negra. En la zona continental, el Parque Nacional Monte Alén es un lugar donde la selva se extiende a lo largo de valles y colinas; allí habitan más de 300 especies distintas, desde elefantes de bosque, leopardos, reptiles, anfibios, mariposas y una inmensa variedad de aves exóticas. Para practicar senderismo, se han creado rutas impresionantes que atraviesan valles escondidos y cascadas, todo ello envuelto en la atmósfera mística de la selva tropical. Aquí experimentarás la tranquilidad y el aislamiento de la naturaleza virgen. ¿Nuestra apuesta? La isla de Corisco, cerca de la costa continental. Ideal para quienes buscan desde tranquilidad (sus playas vírgenes son inmejorables) hasta aventura (se puede practicar snorkel y buceo, ya que sus aguas albergan una rica vida marina) y cultura (algunos vestigios de su época colonial aún se pueden explorar).
El Pico Basilé en las montañas de Bioko es otro de los grandes atractivos de Guinea Ecuatorial. Con una altura de 3011 metros, es el punto más alto del país y ofrece impresionantes vistas panorámicas sobre la isla, el océano y la vecina Camerún en días despejados. Para los más avezados aventureros, ascender al Basilé les ofrecerá una oportunidad única de observar cómo la vegetación cambia con la altitud, pasando de la selva tropical densa a paisajes montañosos más despejados y frescos. Dejando atrás la naturaleza más exuberante, Malabo, la capital, es perfecta para perderse entre edificios históricos, arquitectura española y modernas edificaciones. Disfrutar de la gastronomía típica con platos preparados con el condimento local, el andok, acompañado por topé (vino de palma) y malamba, y de postre, las frutas más exóticas como bisong, guayave y engong, además de piña, coco, papaya o mango de exquisito dulzor y extraordinario tamaño.
Y los que quieran un poco más de vibrante vida nocturna pueden apostar por Bata, la ciudad más grande de la parte continental. Desde su malecón, sus bares, sus restaurantes, su animado puerto y sus bulliciosas calles, esta ciudad ofrece toda una experiencia urbana. No dejes de visitar sus mercados, como el Mercado Central, donde puedes encontrar productos locales, desde artesanías hasta alimentos frescos. Guinea Ecuatorial te espera. Un país que te conquistará por su belleza indescriptible, donde selva, mar y montaña conviven en perfecta armonía. Una oportunidad inigualable de explorar paisajes vírgenes, descubrir especies únicas y donde aprender a amar y respetar la naturaleza.
A saber
Los ciudadanos españoles necesitan un visado para viajar a Guinea Ecuatorial y puedes solicitarlo ‘online’. El viaje desde Madrid a Malabo dura unas seis horas en avión de línea directa. En este país se hablan siete lenguas autóctonas de la familia bantú, además del criollo portugués, el pidgin inglés y, como lengua oficial y de coiné, el español.