Detenido un acosador por 'stalkear' a su ex: le envió mensajes durante dos años tras romper la relación
La Policía Nacional han detenido en la localidad alicantina de Alcoy a un varón, de origen español y de 36 años de edad, como presunto autor de un delito de acoso (' stalking ') a una mujer con la que mantuvo una relación afectiva previa durante unos meses. La investigación policial tuvo su inicio tras una denuncia en la que la víctima manifestaba que desde hacía aproximadamente dos años llevaba recibiendo de forma reiterada mensajes difamatorios tanto de forma telemática en redes sociales por parte de usuarios desconocidos como de forma física a través de notas manuscritas, llegando a causarle un estado de gran angustia debido a que tenía la certeza de que su acosador era alguien de su círculo más cercano. La investigación para averiguar la identidad del presunto autor de los hechos fue laboriosa pero, tras las gestiones pertinentes por parte del grupo de Policía Judicial de la Policía Nacional, se logró identificar al mismo, tratándose de un varón que había sido pareja sentimental de la denunciante, el cual no aceptaba la ruptura de la relación y se encontraba totalmente obsesionado con ella , llegando al extremo de crear perfiles en las redes sociales y enviarle mensajes difamatorios tratando de presionarla para que retomara la relación con él. El detenido, tras la práctica de las diligencias policiales, ha sido puesto a disposición de los Juzgados de Instrucción de guardia de la localidad de Alcoy. El delito de stalking es muy común entre personas que han tenido una relación sentimental. Esta modalidad delictiva consiste en hostigar o acosar a la víctima mediante una insistencia reiterada en tratar de mantener contacto o cercanía física con ésta, especialmente a través de las redes sociales, con la ventaja que ello supone para asegurar el anonimato del acosador, causando con ello una gran angustia a su objetivo. Si bien, para que pueda considerarse esta tipología delictiva es condición indispensable que tales hechos se produzcan de forma insistente y reiterada, así como, que altere gravemente la vida cotidiana de la víctima, según aclara la Policía Nacional.