El sector de la nutrición personalizada ha experimentado un indudable auge en los últimos años gracias al impulso de las tecnologías que permiten segmentar y caracterizar a cada uno de los consumidores. Una misión que AINIA e ITI , institutos tecnológicos de la red REDIT , han contribuido a llevar al siguiente nivel con el proyecto FOOD4ONE, enfocado en la validación de un espacio de datos que fusiona la producción de alimentos y nuevas herramientas digitales para conocer qué alimentos le van mejor a cada uno de los usuarios. La iniciativa, que ha contado con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación ( IVACE+i ) a través de los Fondos Europeos FEDER , culminó el pasado 31 de octubre. En su segunda y última fase, se ha desarrollado una plataforma para la implementación de múltiples servicios digitales personalizados dirigidos hacia una alimentación a la carta, integrando tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial (IA). Todo ello obedece a una mayor concienciación de los usuarios sobre la importancia de seguir una nutrición adecuada para favorecer su estado de salud. Un sentimiento que ha favorecido la aparición de tecnologías de diagnóstico (secuenciación de ADN, análisis de microbioma y de biomarcadores en sangre, saliva y orina), pero también herramientas de seguimiento y formación de hábitos (pulseras inteligentes, relojes, parches portátiles, etc.). Así, desde AINIA e ITI consideran que todas ellas poseen el potencial de «envolver el conjunto» y hacer que personalizar la nutrición de cada usuario sea accesible y sencillo. No obstante, defienden que en la actualidad existe una «gran carencia» a nivel de disponibilidad de datos y conocimiento que permitan vincular las características de los alimentos con las necesidades particulares de los consumidores. Por este motivo, el proyecto FOOD4ONE se ha centrado en avanzar en la gestión de la información alimentaria y permitir un acceso más eficiente a datos cruciales para la nutrición de cada persona. En una primera fase, han desarrollado el espacio de datos WISEPHERE, que no solo proporciona funcionalidades esenciales de gobernanza, calidad y seguridad de los datos, sino que también satisface las necesidades de los servicios de alimentación. «Esto, combinado con los servicios de alimentación personalizada de AINIA, ha convertido la plataforma en una fuente valiosa de conocimientos que impulsará la mejora continua en la alimentación personalizada», destacan desde los institutos tecnológicos de REDIT. «Uno de los objetivos de FOOD4ONE fue disponer de una plataforma sólida para la gestión del dato, que permitiera su enriquecimiento y facilitara su consumo y explotación. Al lograr este objetivo, ha sido factible crear nuevas aplicaciones y servicios que, al trabajar con mejores datos, pueden dar respuestas y recomendaciones más precisas a sus usuarios, como es el caso en este proyecto», explica Jordi Arjona, coordinador del Grupo de Sistemas Distribuidos de ITI. «Las herramientas ayudarán a profesionales y empresas a mejorar cómo gestionan sus datos, evaluando su calidad y mejorando los procesos de captura de los mismos. Este paquete de datos de calidad resultará en recomendaciones y formulaciones de dietas personalizadas más eficientes», pronostica Arjona. Este DataSpace, según David Martínez, responsable de desarrollo estratégico de negocio y alianzas de AINIA, «puede constituir una base sólida sobre la que construir las aplicaciones y servicios digitales futuros, reduciendo el tiempo y el coste necesario para generar datos, ya que en su mayoría podrían estar potencialmente disponibles en la propia plataforma». La hoja de ruta de los grupos de trabajo de ambos institutos ha incluido validar los servicios y elaborar un plan estratégico para poder realizar su transferencia a las empresas. En este sentido, FOOD4ONE II ha establecido un ecosistema de servicios digitales a largo plazo, donde empresas agroalimentarias, tecnológicas e incluso la ciudadanía pueden acceder a asistencia digital avanzada que optimice el uso de los datos, respaldados por su capacidad de computación y tratamiento de la información. Además de la infraestructura, en este proyecto, ITI y AINIA han explorado técnicas y algoritmos avanzados para procesar y analizar datos heterogéneos. Esto ha permitido ofrecer servicios y apps pioneras en el ámbito de la nutrición personalizada, allanando el camino hacia una alimentación más consciente y adaptada a las necesidades individuales.