Cuando varios líderes de la derecha alternativa empezaron a llegar a los gobiernos de Estados Unidos, América Latina y algunos países europeos, cundió una justificada alarma . ¿Estaban en peligro los pilares de la civilización occidental, los principios de tolerancia, pluralidad y respeto a los derechos humanos que habían orientado la construcción del proyecto europeo y las democracias liberales? Alertados por lo que habían sido capaces de hacer Trump, Bolsonaro, Orbán o los hermanos Kaczynski, muchas personas sensatas creyeron que había que hacer cualquier cosa para frenar esta ola reaccionaria. Puede que las izquierdas se hubieran despeñado por las laderas del populismo, pero al menos no tenían programas moralmente cuestionables, fundados en el recelo al diferente, al feminismo y a...
Ver Más